(I) Selección natural
Sabía que correr no servía para nada, pero su instinto de supervivencia era más fuerte. Un segundo antes de caer rendido, pensó que era el fin. Entonces, la tierra tembló bajo sus pies. Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí.
(II) Terremoto
Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí
Sabía que correr no servía para nada, pero su instinto de supervivencia era más fuerte. Un segundo antes de caer rendido, pensó que era el fin. Entonces, la tierra tembló bajo sus pies. Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí.
(II) Terremoto
Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí
Eso, a ver si por fin acabamos con el dichoso dinosaurio.
ResponderEliminarCybr, jaja, :-)
EliminarMira, mira, al dinosaurio se le deja en paz, sobre todo si es de la ilustración, al cual le tengo enchufe.
ResponderEliminarCuidadito con acabar con alguien extinguido, cuidadido, que voy para alla a ejecutar la venganza.
Luisa, lo he tratado con cariño, que conste :-)
EliminarPuck, dos microrrelatos que homenajean a la hipermencionada creación de Monterroso. De los dos, me quedo con el primero, es más elaborado.
ResponderEliminarEn espacios cortos te desenvuelves con soltura, a seguir así.
Un abrazo fuerte.
Nicolás, confieso, creo que ya lo sabías, que estos dos micros son un "descarte" del terremoto de las microjustas
EliminarMe gusta el partido que le sacas al dinosaurio, Puck, y -al contrario que Nicolás- me gusta el segundo en la medida que se completa con el título.
ResponderEliminarUn abrazo,
Pedro, yo también me quedo con el segundo, aunque no deja de parecerme solo un juego de palabras a lo Monterroso. Creo que todos tenemos un dinosaurio en el armario
EliminarEse dinosaurio se empeña en estar siempre con nosotros. Y mira que ese microrrelato Monterrosiano me parece, bueno, digamos que...flojo, pero contra un mito poco se puede hacer. Bueno, poco o algo: un terremoto como el tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo.
CDG, las cosas parecen sencillas cuando ya han conseguido éxito pero a alguien tiene que ocurrírselo
EliminarGracias a Monterroso sabemos por qué se extinguieron los dinosaurios: ¡por pesados!
ResponderEliminarBesotes de pleistoceno
Manuel, jajajaja brindemos por Monterroso
EliminarAaaaaaaaarg!!!
ResponderEliminarSocorrooooo!!!
Dinosauriooooooooooooooooos!!
:-D
Besicos
Torcuato, jajaja, me alegra verte por los jardines. bss
EliminarCuando se atacan sus casas no se pueden esconder por lo grande que eran, por algo las cucarachas fueron y serán la comunidad más fuerte de la selección natural
ResponderEliminarJessica, bienvenida a los jardines. Buena reflexión.
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