viernes, 31 de diciembre de 2010

El sueño de Puck

Estos jardines fueron plantados a mediados de 2010, gracias al empujón de un amigo que me prestó la alas necesarias para lanzarme a esta aventura. Después llegaron las reuniones de Anónima que me abrieron las puertas de otros espacios, el espíritu de los miércoles de Su y Kum, las propuestas que llegaban de las islas, el gran micromundo creado por Torcuato, las ilustraciones de Clara Varela, el Filandón y nuevas costumbres matinales como ver las previsiones meteorológicas de Agus o sacar a pasear al tigre de Pablo.
Me dejo a muchos en el tintero y no quiero hacerlo. Hoy quiero agradeceros a todos que estéis ahí, que compartáis vuestras historias, pobléis la blogosfera y visitéis estos jardines dejando alguna flor o alguna espina, que de las críticas se aprende. Por eso, como regalo, hoy no dejo nada mío sino a uno de los mejores escritores cuyo personaje está en el espíritu de estos jardines desde el principio.

Si nosotros, vanas sombras, os hemos ofendido,
pensad sólo esto y todo está arreglado:
que os habéis quedado aquí dormidos
mientras han aparecido esas visiones.
Y esta débil y humilde ficción
no tendrá sino la inconsistencia de un sueño;
amables espectadores, no nos reprendáis;
si nos perdonais, nos enmendaremos.
Y, a fe de honrado Puck,
que si hemos tenido la fortuna
de escaparnos ahora del silbido de la serpiente,
procuraremos corregirnos de inmediato.
De lo contrario, llamad a Puck embustero.
Así, pues, buenas noches a todos.
"El sueño de una noche de verano". William Shakespeare.


viernes, 24 de diciembre de 2010

Todo empezó en Nochebuena

Siempre pensó que el overbooking era una de esas cosas que les pasaba a otros. Sentada en la cafetería del aeropuerto lamentó su error. Pidió un café con sacarina y un shandwich vegetal. Recordó sus reiteradas críticas a las comidas navideñas y, por primera vez en mucho tiempo, echó de menos a su familia y se sintió realmente sola. Al filo de los cuarenta tenía más trabajo que vida, más contactos que amigos y compartía piso con un gato llamado "Cariño".
Estaba absorta en sus pensamientos y no le vio acercarse.
- Mal día para quedarse tirado en el aeropuerto. Está libre?
Sin esperar respuesta se sentó a su lado.
- Hola, soy José
En otro momento ni siquiera le hubiera mirado, pero no pudo evitar una sonrisa antes de responder.
- Hola, yo soy María.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Destino nominal

Ni alta ni baja. El tamaño justo para quedar siempre oculta en las fotos de grupo. Morena. Pero ni de lejos como el ideal hispano de Julio Romero de Torres. Sus ojos claros podrían considerarse atractivos si no se ocultasen tras unas gafas de gruesos cristales. No fuma, pero el café acabó con el esmalte de sus dientes. Siempre viste con vaqueros (hay quien duda de que debajo de ellos tenga dos piernas), camisa ancha y jersey de cuello vuelto en invierno.  Se llama María. A secas. Bueno, para ser justos hay que decir que, como todos, también tiene apellidos. García Pérez.

domingo, 19 de diciembre de 2010

El coronel

Hacía años que no entraba en aquella habitación. Cuando vio la puerta entreabierta un escalofrío le atravesó la columna vertebral. Paró unos segundos frente a ella. Manuel le llamaba desde el interior. – ¡Abuelo! –. Puso la mano en el pomo y empujó. - ¡Abuelo, abuelo, ¿qué es eso?
El coronel necesitó setenta y cinco años -los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: -Mierda*.
Sin temblarle el pulso alzó su mano hacia la bandera polvorienta que colgaba de la pared y tiró con fuerza lanzándola al suelo. – Vamos Manuel, la abuela espera para comer.



 *Seguro que sobran las explicaciones. Estas líneas son el final de El Coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez. Vaya desde aquí mi más profunda admiración y mi humilde homenaje dando descendencia y otro espíritu al Coronel.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Brindis

Brindaron por los viejos tiempos.
Brindaron por lo que pudo haber sido.
Con dos copas de más
ellla le confesó que nunca le había olvidado
y él, que siempre la había querido.

A la mañana siguiente la vida siguió....

martes, 14 de diciembre de 2010

Aire de navidad

Montar el Belén y adornar el árbol. Los regalos de Papa Noel y los Reyes Magos. Las doce uvas y los besos bajo el muérdago. Comidas familiares y de empresa. Luces y villancicos. Si no está preprarado para rodearse de sonrisas y felicitaciones...
Aire de Navidad. Lo que necesita para sacar su espíritu navideño.
Aire de Navidad. En cómodas dosis de una, dos o cuatro inspiraciones.
Aire de Navidad... y disfrute de estas fechas!!!!

*Erase una vez una niña que escribió un cuento con moraleja en el que los vecinos de un pueblo expulsaban a un estafador que aseguraba vender "auténtico aire de Navidad" traido del mismísimo Portal de Belén. Ventitantos años después, pensó que el negocio habría sido rentable y escribió este anuncio publicitario.

viernes, 10 de diciembre de 2010

El muro

Nunca me han gustado las barreras. En cuanto aprendí a gatear, el salón de casa se me quedó pequeño y no hubo rincón que no explorara. Fue ponerme de pie y descubrir el mundo de las alturas.  No había armario, cajón o encimera que se me resistiera. Y cuando llegué a alcanzar la manilla de las puertas... entonces llegaron las normas.
Primero no podía salir de casa sin permiso. Después mi límite fue la verja del jardín, con cuidado de no caer en la piscina. Unos días venían mis amigos y otros era yo el que los visitaba. Cuando en navidad nos regalaron las bicis nos lo dejaron claro. No podíamos salir de la urbanización.
Aquel muro se convirtió en un reto y conocer lo que había al otro lado una aventura. Las obras de casa de Mario nos lo pusieron fácil. Aprovechamos un descuido de los obreros para subir por el andamio hasta el tejado. Una vez arriba miramos al horizonte y permanecimos en silencio.
Aquel día nos hicimos mayores de golpe y cambió para siempre nuestra perspectiva de las cosas. Vimos el otro lado del muro y descubrimos la verdad. Vivimos en un barrio de chalets en una inmensa ciudad de chabolas.

* La última frase fue el germen de este micro. Es del documental "Europe is good?" de lemigrant e in-falibles y me pareció una de las descripciones más acertadas que he escuchado. Os invito a mirar al otro lado del muro.

lunes, 6 de diciembre de 2010

En las nubes


Mi madre siempre decía que desde pequeña tengo la cabeza en las nubes. Por eso se me dan tan mal las matemáticas y me gusta tanto la literatura. Por eso lo pierdo absolutamente todo, desde los apuntes de clase a los calcetines. Por eso no me caso como mi hermana y sueño con un príncipe azul que no termina de llegar.
Desde hace algún tiempo, mi madre ha empezado a decir que no puedo estar todo el día en las nubes. Que tengo que sentar la cabeza o me quedaré sola. Para vestir santos, que decía mi abuela.
Casi empezaba a hacerle caso. Casi me había convencido de quedar con el vecino del cuarto que dice que siempre pregunta por mi. Casi cambio los poemas de Neruda por un sofá para dos en un minipiso sin ventanas.
Pero hoy estabas en la parada del autobús. Mirabas al cielo y he creido verte esbozar una sonrisa cuando ha pasado una nube con forma de conejo blanco.

Ilustración: Clara Varela
http://www.claravarela.com/ y  http://clarulina.blogspot.com/
Proyecto: Escríbeme una ilustración

viernes, 3 de diciembre de 2010

Cada cosa en su sitio

Para Su

A ella le gustaba la montaña y yo me enamoré de su mar. Le cambié un muñeco de nieve por un par de olas. Bajo su palmera sólo quedan una zanahoria y dos botones que fueron ojos. El agua salada se congeló frente a mi puerta y todavía tengo el trasero dolorido por el golpe.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El jefe

Gritándole al espejo, se despidió. Instalar la oficina en casa no había sido buena idea.

*Para El Cultural 140 sobre la oficina

domingo, 28 de noviembre de 2010

Lo tenía todo

Desde su ático en la torre más alta de Madrid sentía literalmente el mundo a sus pies. Se sirvió un whisky y se acercó al borde de la terraza. Respiró hondo y, por primera vez, se dio cuenta de que había cumplido todos y cada uno de sus sueños.
Invertir en aquel banco había sido la mejor decisión de su vida. A partir de ahí todo fue coser y cantar. Sin hipoteca que pagar, sus únicos gastos fijos eran las cuotas del gimnasio y la chica que le hacía la colada y planchaba las camisas.
Lo tenía todo.Tomó un sorbo e intentó pensar en algo, un objetivo, un reto. Bebió un trago más largo. Nada. No había nada. No había llegado a los 40 y no tenía ningún aliciente para levantarse por la mañana. Se sintió viejo.
Sin pensarlo acercó una silla, se subió a ella y alcanzó la barandilla. Sacó los pies por fuera y los dejó colgando mientras apuraba la copa. Los hielos chocaron contra su boca mientras echaba la cabeza hacia atrás para no dejar ni una gota.
Fue la última gota. Lo tenía todo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Terapia rejuvenecedora

Al menos una vez al mes se quita el traje, los tacones y las lentillas. Con gafas, vaqueros y esa camiseta de los Rolling, se tira en los jardines de la Ciudad Universitaria con un libro y un shandwich. Lo malo es que los estudiantes son cada vez más jóvenes y más deslenguados. Ayer uno le llamó "señora" y se quedó tan ancho.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Declaración de amor

Amparada por su seudónimo, se atrevió a desnudar su corazón y escribió en el blog una declaración de amor.
En los comentarios, él alabó su prosa y añadió: "Me ha encantado. Con tu permiso se lo enviaré a una amiga que espero sea algo más".
Ella le odió unos minutos, hasta que abrió su correo electrónico.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

domingo, 14 de noviembre de 2010

Por el boulevar de los sueños rotos

Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños. Puedo hacerlo, porque aunque sé que amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño, sin tí me siento vacio como una isla sin Robinsón.
He intentado tomar pastillas para no soñar y he ido a fiestas en las que estaban todos menos tú, pero no he conseguido olvidarte ni en 500 noches. Así que me he instalado indefinidamente en Calle Melancolía esperando que algún día mi Princesa venga a buscarme con sus medias negras y nos bajemos juntos en Atocha. Pero nunca has vuelto y me he quedado sentado a la orilla de la chimenea queriendo sin éxito escribir la canción más hermosa del mundo.
A mis cuarenta y diez tengo muy claro quién me ha robado el mes de abril y reconozco que tarde y mal estoy cumpliendo la palabra que te di cuando juré escribirte una canción. 
Lo hago en el cuarto en el que aquella vez te quitaba la ropa. La he titulado "Tratado de impaciencia", mintiendo como un bellaco al final porque, esta vez yo quería quererte querer y tú no y confieso que me muero de ganas de decirte que... Te quiero.
P.D. Vibrando todavía con los ecos del último concierto de Sabina en Logroño, esta juntaletras confiesa que todo lo escrito anteriormente son frases robadas al flaco. Pido perdón por el plagio e invito a reescuchar cualquiera de sus temas que son infinitamente mejores que este intento de microrelato asabinado

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El concejal

230 millones de euros de presupuesto. Un 2% menos que el año pasado. El nivel de endeudamiento supera el 80%. Está dentro de la legalidad. ¿Y las inversiones?. Retahíla de proyectos.
¿Y a mí que me importa si soy una silla? Roja. Ligeramente acolchada. Prácticamente nueva. Comprada tras la última reforma del salón de plenos. 98 euros cada una.
Ah, no. No soy una silla. Estoy en una silla.
Que tonto. Las sillas no piensan. Yo tampoco demasiado tras más de dos horas de debate de presupuestos. Esto es importante. Creo. Concéntrate.
Cifras más cifras. No me cuadra. ¿Quién dijo que dos mas dos son cuatro?. Ustedes mienten. Suben los impuestos. Bajan las subvenciones.
- ¿Votos a favor?¿En contra?
La mano. Levanta la mano. ¿Qué más dará si los otros tienen mayoría?. No, no da igual. Ya sabes, por eso estás aquí. Cosas de la democracia.
24 concejales a 218 euros por pleno, 5.232 euros. Y el próximo mes otro.

Se levanta. Tiene las piernas adormecidas. Deja en la silla el hueco de su trasero.
Uffff. La butaca suspira y estira poco a poco su tela aterciopelada.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Desde la playa

Cuando no pudo más cerró los ojos un segundo. Sólo un segundo. Y sin darse cuenta las olas la devolvieron a la playa depositándola sobre la arena como si nada hubiera pasado.
Era el fin de su segundo intento de abandonar la isla. Esta vez realmente llegó a creer que lo conseguiría. Y otra vez estaba allí. Las mismas palmeras, la misma playa.
Lo había organizado todo para irse sin hacer ruido, sin dejar huella, pero todo había salido mal. Una brazada... tormenta...otra brazada... calambres... otra brazada...
Sentada en la arena, mirando al horizonte azul, se sintió triste, derrotada y sola.
Quizás debió saltar desde el acantilado sin posibilidad de retorno. Quizás la próxima vez. Quizás la rescate algún barco. Quizás alguien lea el mensaje lanzado al mar en una botella.
Cuando no pude más, cerré los ojos un segundo...”


domingo, 24 de octubre de 2010

Una conversación pendiente

I. Tenemos que hablar
Tenemos que hablar. Siempre he odiado esa frase. No augura nada bueno. La crónica de una muerte anunciada debería haber comenzado así. Seguro que hay una norma de protocolo que dice que es la forma correcta de dar malas noticias. Siéntate. Tenemos que hablar. Y lo mismo sirve para comunicar la muerte de la abuela, que han llegado las notas con cinco ceros como cinco soles o decir adiós, que te vaya bonito.
Quizás por eso pensé que era la mejor forma de comenzar una conversación imposible que creo saber cómo terminará pero que no quiero evitar por más tiempo.
Nos conocemos desde críos. Jugábamos juntos en la plaza cuando no había ordenadores. Fuimos juntos al cole. Nos perdimos la pista en la universidad y volvimos a encontrarnos. Hemos compartido experiencias, nos hemos contado la vida con pelos y señales, amores, desengaños.. y hemos pasado juntos alguna que otra borrachera que termina ensalzando la amistad.
Quizás por eso pensé que tenía que planificar bien mis palabras y dejar abierta una vía de escape para poder salir airoso.
Tenemos que hablar. A las nueve donde siempre.

II. Allí estaré
Hay lugares que son como el escenario de una vida. Esa heladería sin duda es el nuestro. Mi madre dice que cuando abrieron nadie daba un duro por el negocio. Teníamos cinco años y nos trajeron a la inauguración. Regalaron conos de chocolate a todos los niños. A ti no te gustaba, así que yo me comí los helados y tú los barquillos. Siempre nos hemos entendido bien.
Por eso no me ha extrañado tu mensaje. - Tenemos que hablar - Es más, he pensado muchas veces en ello pero no sabía como empezar la conversación.
No sabría decir cuánto tiempo hemos pasado en esa heladería. Durante el instituto cada tarde de domingo y algunos sábados antes de ir a la discoteca. Y ahí nos reencontrarnos años después cuando volví de la universidad.
Sólo a ti te lo he contado todo. Me has visto ilusionarme por una primera cita y he llorado sobre tu hombro más de una vez. Siempre me has escuchado, animado... pero ni de borrachera has confesado tus inclinaciones. Y ya iba siendo hora.
Por eso estoy impaciente. Por una vez podré ser yo quien te escuche y te tranquilice. Vivimos en pleno siglo XXI y no hay nada de qué avergonzarse.
Allí estaré.

III. Helado de chocolate
Diez minutos para las nueve. Sólo me quedan cuatro horas de trabajo. Cuando llegué de la Argentina con mi título de maestro bajo el brazo no pensé acabar sirviendo mesas y poniendo helados. Eran otros tiempos. Pero son “mis mesas”, “mi negocio” y con la que está cayendo...
- ¿Qué os pongo?. Un cortado y un cono de chocolate. Marchando!
Cada cual tiene que encontrar su camino. Hace veinte años en el barrio solo había dos bares, una panadería y una tienda de ultramarinos. “Helados Marcelo” fue toda una novedad. No fue fácil, pero los vecinos se hicieron clientes y, poco a poco, amigos. A muchos de ellos los he visto crecer. Como a los de esa mesa. Todavía los recuerdo correteando con pantalones cortos. Y ahí les tienes, tan serios... no sé que se estarán contando hoy pero cualquiera diría que se va a acabar el mundo.
A lo largo de estos años creo que he visto de todo, niños juguetones con helados derretidos, madres histéricas por los chorretones de chocolate sobre el vestidito de lazos, familias que no conversan y otras que lo hacen a gritos con exagerada alegría, pandillas de amigos, flirteos, parejas acarameladas sin casa, ni coche ni vergüenza. Yo ni entro ni salgo, pero si estas paredes hablaran... Y después de cada historia el mismo proceso. Recoger la mesa, las copas, las tazas... Ya nadie deja propina.
-Perdona, ¿no te ha gustado?¿te pongo otra cosa?¿no?¿seguro?
Hay gente para todo. Mira que comerse solo el barquillo y dejar que el chocolate se derrita en la taza vacía de café. Casi las once. Ya queda menos para cerrar.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Bookcrossing

Encontrar un libro en el parque o en la parada del autobús, leerlo y liberarlo en la plaza o en un pasillo de la universidad se había convertido en algo habitual. Por eso no le extrañó hallar aquel cuaderlo azul en la escalinata de la Catedral. Comenzó a leerlo esa misma mañana. Poesía. No solía leer poesía pero, por una vez... Un poema, otro... hasta que llegó a una página en blanco. Quedaban muchas más. Leyó una y otra vez los versos escritos y solo tras mucho tiempo se atrevió a escribir. Unos versos. No era mucho, no eran muy buenos, pero pensó que debía hacerlo. Cuando terminó lo liberó en un banco de sus jardines preferidos

P.D. A Pablo Gonz por su concurso de haijines

domingo, 17 de octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

Una familia feliz


"Todas las familias felices se parecen, pero las desgraciadas lo son cada una a su manera"
Anna Karenina. Leon Tolstoi.

- La mía es una familia feliz. Sin duda. La abuela Purificación no hubiera permitido otra cosa. Al abuelo, el coronel, no llegué a conocerlo, pero seguro que estaría orgulloso. Papá, el primogénito, convirtió un par de viñas heredadas en una de las bodegas más pujantes de la zona. Mamá aportó el nombre. Marquesado de Izán. Seguro que lo conoce. Solo han tenido una hija, es decir, yo. La niña de sus ojos que siempre despuntó en los estudios. Abogada de profesión, con los contactos familiares pronto entré en una gran firma. Hoy soy socia. Como mi marido. Juntos 24 horas al día. Lo mejor para evitar escarceos. La casa, el despacho y la vida social van en el mismo lote. Lo que le decía, una familia feliz…
- Perdone, es la hora. Seguiremos la semana que viene.
Tras salir ella, toma la grabadora de la mesa. “La paciente sigue hablando de su marido en presente. 10 sesiones y ni una referencia a su asesinato y posterior intento de suicidio”.

domingo, 10 de octubre de 2010

¡Eres mía!

Aquel día me armé de valor y le planté cara. La cogí por las solapas, la zarandeé y le canté las cuarenta.
- No me gustas. Estoy harto. ¡Eres mía y a partir de ahora harás lo que yo quiera!
Desde entonces mi vida y yo nos llevamos mucho mejor. Puede que acabemos siendo amigos.

martes, 5 de octubre de 2010

sábado, 2 de octubre de 2010

Querida A.M.

Contigo aprendí el amor por lo pequeño, el valor de observar las Perseidas tras los cristales negros de este refugio de Keytown donde paso mi vida intentando entender el tiempo y esperando una racha de suerte que destierre la derrota y me lleve, aunque sea sólo por una vez, a la victoria.
Haz lo que quieras, que yo seguiré escribiéndo días y días, enviándote historias de la taberna, relatos sobre la naturaleza viva que me rodea, cartas llenas de contradiciones y desencuentros donde pongo palabras al lenguaje corporal de un abrazo o un beso.
Hoy en el periódico venía tu esquela. Q.E.P.D. Pero no la vio nadie. He secuestrado todos los ejemplares. Me dicen que has muerto víctima de un asesino en serie pero yo sé que solo estás en coma, inmóvil por un tiempo hasta que nuestros corazones quemados por la distancia vuelvan a encontrarse.
Al terminar este viaje solo puedo darte las gracias y asegurarte que no perdiste el tiempo y conseguiste reunirnos con tus propuestas en una tertulia inacabada que siempre esperará tu regreso.

P.D. Tras la última reunión de Anónima Mente sobre una idea original de Julio Genissel
1.- Inmóvil 2.- Perseidas 3.- Derrota 4.- Conseguido 5.- Días y días 6.- Lo que quieras 7.- Victoria 8.- El refugio 9.- Coma 10.- Intentando entender el tiempo 11.- Q.E.P.D. 12.- Lenguaje corporal 13.- Al terminar 14.- Historias de la taberna 15.- Mi vida 16.- Racha de suerte 17.- Puedo detener el tiempo 18.- Hoy en el periódico 19.- Secuestrado 20.- Corazones quemados 21.- Contradicciones 22.- Naturaleza viva 23.- Asesino en serie 24.- Tertulia inacabada 25.- Tras los cristales negros 26.- Amor por lo pequeño 27.- Desencuentros 28.- Keytown 29.- Contigo aprendí 30.- No la vio 32.- Distancia

jueves, 30 de septiembre de 2010

Cuenta atrás

10 canicas
9 cromos
8 lápices de colores
7 gominolas
6 coches
5 superhéroes
4 pegatinas
3 imperdibles
2 fotos
1 nariz de payaso
¡¡¡¡¡¡¡Mamá, ya estoy listo!!!!!!!!!


domingo, 26 de septiembre de 2010

Desde la cumbre


Al llegar arriba cerró los ojos un segundo y al abrirlos pensó que el amor debe ser algo parecido. Caminar sobre las nubes mientras el mundo sigue girando ahí abajo.

P.D. Imagen del Teide de XSE

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Por una mirada...

Tiene los ojos grandes, claros, con largas pestañas y una mirada hipnotizante.
Desde pequeño supo que ese era su mayor atractivo. Solía quedarse quieto mirando a las amigas de su madre y después, de soslayo, al plato de galletas que ponían sobre la mesita. Nunca tuvo que abrir la boca para pedirlo.
Más de una vez se salvó de un castigo sin mediar palabra. Callado, clavaba los ojos en el suelo y después los alzaba lentamente hacia su madre. Nunca llegó a pedir perdón.
En el colegio siempre ensalzaron su nivel de concentración. Realmente se pasaba el día soñando despierto pero seguía con sus ojos los movimientos del profesor que se sentía observado, atendido e incluso, a veces, intimidado.
Ni que decir tiene que las chicas suspiraban por esa caída de ojos desde el otro lado de la barra, por un guiño cómplice, por esa forma provocativa de mirar de abajo arriba lentamente hasta llegar a los ojos, conseguir que su presa bajase la mirada y con ella entregase las armas.
Hasta ayer.
Iba sentado en el metro y como tantas veces se ha entregado a su pasatiempo preferido. Elige una mujer atractiva. Se sitúa frente a ella y comienza a observarla. Primero con discreción. Disimuladamente. Como si le diera vergüenza. El momento crucial es el cruce de miradas. Mientras aparta los ojos esboza una sonrisa. Premio. O no.
Al percatarse de su presencia ella no ha bajado la cabeza. Se ha quedado mirándole fijamente a los ojos. Solo el frenazo del tren al llegar a la parada ha roto la conexión pero ella ni se ha inmutado. Quizás ni siquiera le mirara a él sino al infinito, pero él no tiene manera de saberlo. Ha buscado de nuevo sus ojos sin éxito. Ella se ha levantado del asiento y se ha dirigido hacia la puerta de salida. Sólo un segundo después él la ha seguido y sus ojos se han perdido entre la multitud.
Hoy su nombre, el de ella, aparece en primera página de los periódicos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Se busca

Ni alto ni bajo. Ni rubio ni moreno. Ni gordo ni atleta. Ni tonto ni listo. Que ni estudie ni trabaje.
Busco anfitrión para pasar desapercibido en mi primer viaje a la Tierra. Garantizo estancia tranquila y devolución del cuerpo intacto tras 19 lunas.

P.D. Para las reuniones de Anónima Mente

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Quien bien te quiere...

Después de tantos años todavía no lo entiendo. De repente llegas a casa, me pillas en la cocina, embadurnada de harina y con las manos en la masa y ¡zas!. Lo sueltas como quien no quiere la cosa. En medio de cada discusión, mientras nos tiramos los trastos a la cabeza, eres capaz de sacarme de mis casillas y acto seguido sacarle punta a mis palabras lanzadas al viento. Y me desarmas. No respetas ni los momentos más íntimos en los que tras el último jadeo nocturno pones tu particular guinda al pastel.
Siempre recordaré la boda de mi hermana. Todos guardando un solemne silencio sepulcral y tenías que hacerlo. Y yo, sin poder evitarlo, me reí a carcajada limpia. No pude evitarlo y seguí riéndome con lágrimas corriendo por mis mejillas. A modo de brindis improvisado, sólo se me ocurrió decir:
- María, quien bien te quiere, te hará llorar... de risa. !Vivan los novios!

P.D. Escrito para la reunión de Anonima Mente

lunes, 13 de septiembre de 2010

Rana de San Antón

Aquel verano sus padres tiraron la casa por la ventana. Un mes en Londres para aprender el idioma, que sin inglés no vas a ninguna parte, decía su madre. Después quince días en un campamento deportivo, que al niño se le da bien el balón y cualquier día nos retira, decía su padre. Y ambos coincidieron en que al menos debía pasar otras dos semanas en Madrid con la tía Angustias que está muy bien relacionada y las niñas van a clase con la hija de una prima segunda de los Borbones.
Entre tantas idas y venidas Mario pasó unos días en el pueblo y cuando volvió a clase, en su primera redacción lo tuvo claro.
"Este verano he ido al río. Yo no sé cazar ranas pero al Largo se le da muy bien y cogimos una de San Antón. Se la quedó él pero le puso mi nombre. El Largo sabe mucho de animales y de muchas cosas. Yo de mayor seré veterinario y cuidaré sus vacas".

martes, 7 de septiembre de 2010

Manuela

Los años y la artrosis consumieron su cuerpo pero no consiguieron doblegar su férreo carácter.  Herencia de una época difícil, guardaba siempre en sus bolsillos una galleta, un caramelo o unas peladillas. Compartían espacio con la baraja con la que hacía solitarios sobre la manta que cubría sus piernas.
No se acomodó en la silla de ruedas y apoyada en su bastón se empeñaba en caminar cuando estaba sola y acercarse a la puerta del jardín. Me ha llamado el perro, decía con una sonrisa picarona como la de un niño pillado infraganti.
Poco a poco fue perdiendo la guerra a la dependencia aunque ganaba pequeñas batallas. Sus manos temblorosas de largos dedos curvos removían de forma inverosímil las tres cucharadas que siempre echaba al café.
El día que no pudo se dejó ir. Ya no era ella. Solo era la sombra de un cuerpo diminuto que dejaba un vacío infinito.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Tenemos que hablar

Tenemos que hablar. Siempre he odiado esa frase. No augura nada bueno. La crónica de una muerte anunciada debería haber comenzado así. Seguro que hay una norma de protocolo que dice que es la forma correcta de dar malas noticias. Siéntate. Tenemos que hablar. Y lo mismo sirve para comunicar la muerte de la abuela, que han llegado las notas con cinco ceros como cinco soles o decir adiós, que te vaya bonito.
Quizás por eso pensé que era la mejor forma de comenzar una conversación imposible que creo saber cómo terminará pero que no quiero evitar por más tiempo.
Nos conocemos desde críos. Jugábamos juntos en la plaza cuando no había ordenadores. Fuimos juntos al cole. Nos perdimos la pista en la universidad y volvimos a encontrarnos. Hemos compartido experiencias, nos hemos contado la vida con pelos y señales, amores, desengaños.. y hemos pasado juntos alguna que otra borrachera que termina ensalzando la amistad.
Quizás por eso pensé que tenía que planificar bien mis palabras y dejar abierta una vía de escape para poder salir airoso.
Tenemos que hablar. A las nueve donde siempre.

P.D. Otros personajes que "tienen que hablar". Bella de Javi y Ana de Anónima Mente

martes, 31 de agosto de 2010

El faro

Siempre has estado ahí. No me has fallado nunca. Incluso después de años separados, lejos de esta isla pacífica y acogedora, sigues mostrándome el camino.
Hoy tu imagen se ha difuminado pero sé que cuando se calmen las aguas y el viento se lleve mis palabras, seguirás estando ahí.

P.D. Imagen de XSE para Su

domingo, 29 de agosto de 2010

La buhardilla

Convivir con fantasmas es complicado. Lo descubrí al llegar a Madrid, a esta buhardilla algo destartalada del barrio de Lavapiés con muebles de esos de madera antigua que respiran historia. Pinté las paredes, puse algunos cuadros, pero dejé aquel marco olvidado sobre el tocador.
Al principio no me di cuenta, pero ella estaba ahí y poco a poco fui estableciendo una relación con la mujer de la imagen. Le saludaba por las mañanas y ella me devolvía una sonrisa e incluso algún día me llegó a hacer burla. Lo vi por el rabillo del ojo mientras salía por la puerta.
Con el tiempo dejó de sonreirme. Por las noches intentaba animarla contándole historias. El trabajo le aburría, lo supe enseguida, así que empecé a inventarme fiestas, divertidos amigos, enredos amorosos... pero también de esto se cansó y comenzó a mirarme huraña como si mi presencia le molestara.
La situación llegó a hacerse insoportable. Tuve tentaciones de tirarla por la ventana pero no pude, así que terminé poniendo la buhardilla a la venta. Creo que el nuevo inquilino le caerá mejor. Es un joven estudiante de medicina bastante atractivo, y parece simpático. Hoy me ha llamado para decirme que me dejé olvidado un espejo sobre el tocador y, como le pareció antiguo, pensó que podía ser un recuerdo de familia.

P.D. Para Anonima Mente y su propuesta de fantasmas

jueves, 26 de agosto de 2010

El juego

Ha puesto todas sus cartas sobre la mesa.
Las reglas de este juego, si es que existen, no están claras. Las marcan los jugadores. Cambían en cada partida y en cada momento. A veces no hace falta ni sacar la baraja para saber el resultado. En otros casos se puede alargar de forma indefinida, quien sabe si infinita, o quedar de repente en tablas.
Los participantes tienen libertad de movimiento y pueden abandonar la mesa en cualquier momento sin previo aviso o mediante acuerdo. Se puede romper la baraja, guardarla o usarla para jugar al mus con los amigos.
Tan complejo es terminar una partida como empezarla. Se puede esperar una invitación formal o abrir juego.
Esta vez, y sin que sirva de precedente, se ha sentado y ha puesto todas sus cartas sobre la mesa. No puede hacer más. Esperar un guiño, una señal, un movimiento. Será la próxima jugada. Pero no está en sus manos.
Así es el juego. Hagan sus apuestas.

lunes, 23 de agosto de 2010

Alergia

Pasó el primer mes, su cumpleaños, el aniversario, un año, tres, cinco, siete. Ella esperó y él nunca le regaló flores.
Hoy les contó a sus amigas que las tiene alergia.

P.D. Escrito para la propuesta "crisis" de Anonima Mente

jueves, 19 de agosto de 2010

El amor eterno dura 24 horas

Nunca ha creído en los príncipes azules. Las ranas le gustan tal cual, sin vestirlas de seda.
Nunca ha jurado amor eterno. Siempre es demasiado tiempo.
Una vez soñó con envejecer a su lado y tardó un segundo en ponerse a régimen y comprar crema antiarrugas.
Llevan juntos 33 años. 2 hijos y un nieto en camino.
Esta mañana al despertarse pensó en el futuro y se dio media vuelta en la cama para seguir soñando con su vida.
Sólo quiere un día de amor

lunes, 16 de agosto de 2010

Puedo detener el tiempo

Puedo detener el tiempo. Es un don. Lo he sabido desde siempre, aunque nunca lo he compartido con nadie. No sabría cómo explicarlo. – Oye, ¿sabes que si quisiera pararía el reloj durante….? – No. Creo que no me creerían.
La primera vez que pensé conscientemente en usar mis poderes fue en el patio del colegio cuando aquel balón se dirigía directamente hacia mi cara y entonces…. zas!!! Me dio justamente en medio de las gafas. Podía haberlo evitado pero yo odiaba ser un cuatro ojos y tardaron unos días en darme las nuevas.
Durante años estuve tentado a parar el tiempo durante los exámenes. Dejar al profesor y a mis compañeros petrificados y contestar las preguntas con calma, sin prisa, e incluso comprobando los datos en los libros. Pero detrás de la imagen de cerebrito hay un empollón real. Nunca me hizo realmente falta.
En aquella entrevista de trabajo casi llegué a hacerlo. Me sudaban las manos como nunca, y la corbata de las bodas (no tengo otra) casi no me dejaba respirar. Al final pensé que lo mejor era que terminara cuanto antes.
Y así llegue a este laboratorio donde paso las horas y los días. Llego todas las mañanas a las ocho y me marcho a… no lo sé. Depende. Cuando ya ha oscurecido. Vuelvo a casa y ceno solo delante del televisor.
Puedo parar el tiempo. Pero sigo esperando el momento adecuado para hacerlo.
 
P.D. Además creo que puedo escribir. Esto sí que puedo compartirlo y espero que os resulte interesante. Bienvenidos a los jardines de Puck.