martes, 28 de agosto de 2012

La portera

En el primero A vive la pareja ideal. Caminan siempre muy unidos. Él con su mano sobre el hombro de ella y, detrás, su parejita. Niño y niña. Rubitos los dos. Los pequeños se entretienen jugando con el perro de la señora Luisa, la del segundo B. Una anciana entrañable que todos los días echa de comer a las palomas en el patio donde ahora pueden ver las sábanas de la del tercero que es una mujer muy seria y trabajadora. También es suyo el piso de enfrente. Lo tiene alquilado a unas estudiantes extranjeras.
Yo lo sé todo. Llevo en esta portería media vida. Y eso es todo lo que contaré. No diré nunca que he visto los moratones que la del primero oculta con las gafas de sol. Ni que odio limpiar el patio porque esa vieja loca tire por la ventana los restos de comida. Tampoco hablaré de las del tercero y de quienes suben con ellas a cualquier hora del día. 
Yo no sé nada.  ¿El joven del ático?. Solo puedo decirles que se alquila. Tiene los techos bajos pero es muy luminoso. Está vacío desde el miércoles. Por favor... no saquen esas imágenes del rellano. He intentado limpiarlo, pero no hay manera.

jueves, 23 de agosto de 2012

La charca de las ranas


Hoy  La Charca de las ranas y los jardines comparten invitada. 
Mil gracias Puri por tus palabras
croak, croak


-Hola ranita, qué charca tan bonita, dime, ¿dónde estoy?
-Estos son los jardines de Puck.
-¿Quién es Puck?
-Puck no es un duende, aunque se ríe como los duendes, es traviesa como ellos y hace desaparecer nuestras tristezas. Ella es una princesa rana que le gusta invitar a sus amigos a sus jardines.
-Hay mucha paz aquí dentro, parece como si el tiempo se detuviera.
-La ranita Puck es experta en parar el tiempo.
-Y además oigo muchas voces, que me traen leyendas y canciones de un tal Sabina.
-Es un coro de ranas cantoras que nos croan cuentos de todos los colores y sabores.
-Oye, ranita, yo no me quiero ir de este jardín.
-Pues quédate preciosa, solo te pedimos que te animes a contarnos tú también un cuento.

Purificación Menaya

martes, 21 de agosto de 2012

La primera vez

La observo desde lejos. No quiero romper la magia de este primer encuentro. Veo cómo se acerca poco a poco, con pasos temblorosos. Sigue con los ojos el rítmico movimiento de las olas y calcula para detenerse en el punto exacto. La espuma del mar llega hasta apenas unos milímetros de sus pies. Me preguntó en qué estará pensando. No se mueve. Mira hacia el horizonte y, aunque desde mi posición no puedo verle la cara, imagino una leve sonrisa que viene y va con cada ola. Saco el móvil de la bolsa de la playa para inmortalizar el momento. Hago la foto. Todo azul. El cielo y el mar unidos por el horizonte. Una línea de arena y ella. Subo la imagen a facebook.
- Mi abuela y el mar.

domingo, 19 de agosto de 2012

Jardineros VI

Con el Niño Cactus aprendí a hacer borrón y cuento nuevo


El funcionamiento de los besos
La besé cuando se encontraba dormida y permaneció dormida. La besé cuando estaba despierta y permaneció despierta. Probé a besarla al sonreír o al llorar, y siguió igual de luminosa o llena de lágrimas. Entonces, probé a no besarla y desapareció


Lola Sanabría le da sentido a las relaciones personales y vida a los personajes

Adolfito
Papá es tonto. Mamá lista. Papá siempre dice no. Mamá dice sí. Papá no me da nunca para chuches. Mamá sacó las monedas del bote de Cola Cao. Papá le echó la bronca. Mamá me mima. Amo a mi mamá. Papá no quería comprarme la moto. Odio a mi papá. Mamá me deja ir por la acera. Papá ya no puede impedirlo. Mi mamá lo hizo callar para siempre. Y esos dos, que se aparten si no quieren vérselas con mi mamá. ¡La calle es mía!

Paloma Hidalgo riega las palabras en su jardín de bolsillo

EL ABUELO
Una, por llegar hasta aquí; dos, por mi mujer dónde quiera que esté; tres, a ver si mis hijos recuerdan que aún existo y me vienen a ver; cuatro, por mis compañeros de residencia, sobre todo por Eutimia; cinco, por las cosquillas que me hacen los recuerdos; seis, que me atraganto; siete, esta me la trago entera; ocho, por un futuro para mis nietos; nueve; para vencer los miedos; diez, ¿Qué hacemos a las doce en el salón?; once, suenan las campanas de la iglesia; doce, vámonos a la cama que a las seis me levanto a ordeñar las vacas. 

Con NY todo texto es poesía y se nutre de palabras preci(o)sas

La noche
Mi niña bonita no quiere dormir. Mi niña chiquita llora y se desconsuela porque el día acabó. La noche vino con su manto oscuro de estrellas y luna y sueños por cumplir. Pero mi niña bonita no quiere dormir. El llanto se extiende y flota y traspasa las habitaciones y llega al alma. No entiende mi niña que la noche llegó pero que no es el fin sino el principio de un mañana lleno de esplendor.

Y CDG descubre a cada paso que las historias de nadie lo cuentan todo

El día anterior
Desde que la crisis le mordió, c
ogía cada mañana del contenedor el periódico INFORMACIÓN del día anterior. Sólo así supo un sábado que le habían enterrado un viernes.

CONTINUARÁAA.....

jueves, 16 de agosto de 2012

2º Aniversario

Dos años después, todavía me tiembla el dedo al pulsar el enter para publicar una entrada. Cuando lo hice por primera vez no tenía ni idea de todos los animalitos (dicho con todo el cariño) que iban a poblar estos jardines. Sin duda, sin el apoyo de muchos comentarios, de proyectos conjuntos, algunos concursos, microquedadas... estos jardines se hubieran secado. Gracias a todos por mantenerlos vivos.

Y como toda celebración tiene una fiesta. Los Jardines de Puck celebra su segundo aniversario en La Charca de las Ranas. Estáis todos invitados a pasar por allí, tomar algo, chapotear en el agua y, si os atrevéis, aceptar el reto y poner palabras a su nueva imagen.


martes, 14 de agosto de 2012

Mi abogado

No hago nada si no es en presencia de mi abogado. Todo comenzó por un gazpacho en mal estado que nos obligó a recibir asistencia médica. Él llevó la querella contra los dueños del restaurante. La sinrazón del corazón y varios juicios nos han mantenido unidos desde entonces. Los tres siniestros con el coche, la agresión de la vecina del quinto e incluso demandó al tendero de la esquina por venderme unos yogures caducados. Pero esta vez no puede ayudarme. Necesito otro abogado que me lleve el divorcio. No creo que él fuera ecuánime en este caso.


*Micro seleccionado en el mes de julio en el concurso de microrrelatos de abogados

domingo, 12 de agosto de 2012

Jardineros V

En el rincón de Nicolás Jarque podemos leer los cuentos que algún día les contará a sus nietos y que, hasta entonces, van recogiendo premios

Desencuentros temporales
Hoy hace siete años que nos conocemos y unos diez que nos casamos, por lo que tendremos que celebrarlo con nuestro hijo mayor de edad en el restaurante que aún está construyéndose. Ella pedirá por los tres, sin recordar que no me gusta el pescado. Luego sonreiremos y nos callaremos hasta el brindis final en el que los cuatro – el pequeño que ha de venir también brindará – desearemos algún día coincidir en el mismo espacio tiempo

Las palabras de Rosa van al aire, se cuelan en el alma y anidan al lado del corazón

De suspiros y anhelos
Soledad suspira por
Compañía. Mientras...
Compañía anhela a
Soledad.

Puri recibe a los más pequeños en el rincón de la bruja de chocolate donde no todo es cosa de niños

Cementerio
Entre las cruces
muertas del cementerio
viven las flores.

Cuando se detuvo el tiempo, sólo las mariposas siguieron volando a las órdenes de los latidos del corazón de Patricia Nasello


Pereza
Se sienta frente al escritorio, falto de voluntad para sostener su propio cuerpo deja caer los brazos, inclina el tronco y apoya la cabeza sobre una pila de libros que jamás escribió. Sin energía para retenerla siente cómo la imaginación, que tiempo atrás surcaba sus venas, aflora a través de la punta de sus dedos laxos, resbala, cae en forma de gotas espesas y desaparece. Desde esa nada  se levanta un pistolero, protagonista de cierta novela que pertenece a la pila de libros sobre la cual apoya la cabeza.
Mira con tranquilidad hacia el revolver que lo apunta.
Crisis cardiogénica irreversible, dirá el certificado de defunción. Será su esposa quien, luego de varios días, descubra ese inexplicable orificio de bala en la pared.

De la mano de Jesús Esnaola llegué a la ablacc y a ese lugar donde el Doctor Frankenstein da a la vida giros sorprendentes

Tiempos modernos
El árbol cayó en medio del bosque y como creía que nadie lo había oído, actualizó su estado en Facebook para contarlo. 

CONTINUARÁ.....



jueves, 9 de agosto de 2012

La abuela y el mar

Doña Sonsoles no conoció el mar hasta su 73 cumpleaños. La llevaron sus nietos, los mismos que de pequeños metían petardos en las macetas y elegían campeón al que escupía más lejos. Ella les persiguió en más de una ocasión con la zapatilla en la mano, pero ahora no pensaba correr. Habían pasado los años. Nadie consiguió que se pusiera unas chanclas. Con sus zapatillas negras, como las medias, la falda y la chaquetilla de punto que tampoco quiso quitarse, Doña Sonsoles comenzó a caminar sobre la arena apoyada en su bastón. A su espalda, amparados en su sordera, los nietos hacen apuestas sobre el impacto de la visión en el frágil corazón de la abuela. El único hijo del primogénito, que es abogado, asegura que con una muerte natural no hay investigación.





martes, 7 de agosto de 2012

En el bar de la esquina

Quien supiera reír, como llora Chavela
Joaquín Sabina

Las amarguras no son amargas, cuando las canta alguien con esa voz quebrada que te rasca el alma. El más triste blues no puede competir con esas tonadas que suenan por el bulevar de los sueños rotos. Quiso que todas las noches fueran noches de boda y exprimió la vida dejando que el escenario tiñera sus canas. El fin del mundo la pillará bailando en el más allá, donde el corazón no se pasa de moda, donde las verdades no tienen complejos y no cierra nunca el bar de la esquina en el que ya canta Chavela Vargas.



"Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos" @ChavelaVargas

domingo, 5 de agosto de 2012

Jardineros invitados (IV)

Este jardín de microrrelatos se inundó un día con los dibujos de Juanlu que nos robó a todos el corazón puso color a nuestras palabras




Con Pablo Garcinuño aprendemos que incluso la palabrería en mal estado sienta divinamente

Menú del día
De primero, tiendes a darme sopas con hondas.
Luego intentas, de segundo, que me trague gato por liebre.
Pero en los postres descubro el pastel: Te he pillado con el carrito del helado.
Al pan, pan y al vino, vino (incluido

Y nada de estos jardines habría sido posible sin las alas de Javi, que espero vuelvan a volar 

La hoguera
Mi deseo en palabras, las palabras sobrev un papel, todo frente a las llamas de la hoguera del santo. A mi lado un chico, de igual nombre que el del homenajeado me dijo -"¿Que has escrito en el papel?". Lancé mi deseo garabateado con una letra infantil a las llamas que consumen y se consumen. Miré al fuego retándolo, y respondí -"Que el papel no arda".

Cenizas de deseos.

Si Javi impulsó los jardines y Anita los dinamitó, Xavier Blanco fue el visitante número 100 que me llevó hasta su caleidoscopio

Era su micro número 100
Transitaba perdido por una carretera secundaria. El cuentakilómetros punteaba 100. Conducía absorto, sólo cien palabras para escribir un relato. Caviló la trama una y cien veces. Con una mano asía el volante, con la otra, el ordenador. El corazón bombeaba a cien. Una señal desconocida despistó su atención: “animales sueltos en 100 Km”. 100 árboles se atravesaron en el camino, 100 unicornios alados cruzaron el cielo, 100 sombras alargadas eclipsaron su imaginación, 100 improperios soltó. Antes de estrellarse pudo apretar la tecla enviar. Se proyectó contra un roble centenario. Su cuerpo quedó fragmentado en 100 pedazos. Era su micro número cien

Y Galatea llevó a esta rana a Bloggalada y a reflexionar sobre el efecto Pigmalión


Negociando...




Encontrar lo imposible no es descabellado, a veces sin buscarlo.
Tú me lo enseñaste cuando colisionamos.

Se puede soñar  sin estar durmiendo y dormir  sin tener los ojos cerrados. Se puede caer sin haber tropezado, y levitar con un beso, antes que sus labios te hayan rozado.

Por eso yo nunca me bajo del barco, ni tiro la toalla, ni dejo que se apodere de mí el pánico.

Nada es definitivo hasta que hayamos muerto.
Incluso entonces, seguro que podemos negociar con Dios o con el Diablo.



CONTINUARÁ....




jueves, 2 de agosto de 2012

Los cuentos que yo cuento

En el pueblo las cosas son como son y siempre han sido así por la gracia de Dios. Todo el que se va desaparece y de él queda una historia quién sabe si real o no. Casi nadie ha vuelto para demostrar que no lo sea y, quienes lo hicieron, prefirieron no desilusionar a los demás. Como papá. A todos les decía lo que querían oír, pero a mí me contaba la verdad de otros pueblos, ciudades incluso, yo creo que mundos.
Como en los cuentos de mi infancia, un día imaginé baldosas amarillas sobre el camino polvoriento que salía del pueblo. Al poco tiempo se convirtieron en las líneas blancas de la carretera. Las seguí  alumbradas por luces de neón, a la sombra de grandes rascacielos y entre el ruido de los coches. Perseguí sueños, viví aventuras, tropecé y me levanté mil veces antes de encontrar el camino de vuelta a este pueblo donde las cosas son como son pero no son la verdad que yo te cuento ni la que tú vivirás.