jueves, 30 de septiembre de 2010

Cuenta atrás

10 canicas
9 cromos
8 lápices de colores
7 gominolas
6 coches
5 superhéroes
4 pegatinas
3 imperdibles
2 fotos
1 nariz de payaso
¡¡¡¡¡¡¡Mamá, ya estoy listo!!!!!!!!!


domingo, 26 de septiembre de 2010

Desde la cumbre


Al llegar arriba cerró los ojos un segundo y al abrirlos pensó que el amor debe ser algo parecido. Caminar sobre las nubes mientras el mundo sigue girando ahí abajo.

P.D. Imagen del Teide de XSE

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Por una mirada...

Tiene los ojos grandes, claros, con largas pestañas y una mirada hipnotizante.
Desde pequeño supo que ese era su mayor atractivo. Solía quedarse quieto mirando a las amigas de su madre y después, de soslayo, al plato de galletas que ponían sobre la mesita. Nunca tuvo que abrir la boca para pedirlo.
Más de una vez se salvó de un castigo sin mediar palabra. Callado, clavaba los ojos en el suelo y después los alzaba lentamente hacia su madre. Nunca llegó a pedir perdón.
En el colegio siempre ensalzaron su nivel de concentración. Realmente se pasaba el día soñando despierto pero seguía con sus ojos los movimientos del profesor que se sentía observado, atendido e incluso, a veces, intimidado.
Ni que decir tiene que las chicas suspiraban por esa caída de ojos desde el otro lado de la barra, por un guiño cómplice, por esa forma provocativa de mirar de abajo arriba lentamente hasta llegar a los ojos, conseguir que su presa bajase la mirada y con ella entregase las armas.
Hasta ayer.
Iba sentado en el metro y como tantas veces se ha entregado a su pasatiempo preferido. Elige una mujer atractiva. Se sitúa frente a ella y comienza a observarla. Primero con discreción. Disimuladamente. Como si le diera vergüenza. El momento crucial es el cruce de miradas. Mientras aparta los ojos esboza una sonrisa. Premio. O no.
Al percatarse de su presencia ella no ha bajado la cabeza. Se ha quedado mirándole fijamente a los ojos. Solo el frenazo del tren al llegar a la parada ha roto la conexión pero ella ni se ha inmutado. Quizás ni siquiera le mirara a él sino al infinito, pero él no tiene manera de saberlo. Ha buscado de nuevo sus ojos sin éxito. Ella se ha levantado del asiento y se ha dirigido hacia la puerta de salida. Sólo un segundo después él la ha seguido y sus ojos se han perdido entre la multitud.
Hoy su nombre, el de ella, aparece en primera página de los periódicos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Se busca

Ni alto ni bajo. Ni rubio ni moreno. Ni gordo ni atleta. Ni tonto ni listo. Que ni estudie ni trabaje.
Busco anfitrión para pasar desapercibido en mi primer viaje a la Tierra. Garantizo estancia tranquila y devolución del cuerpo intacto tras 19 lunas.

P.D. Para las reuniones de Anónima Mente

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Quien bien te quiere...

Después de tantos años todavía no lo entiendo. De repente llegas a casa, me pillas en la cocina, embadurnada de harina y con las manos en la masa y ¡zas!. Lo sueltas como quien no quiere la cosa. En medio de cada discusión, mientras nos tiramos los trastos a la cabeza, eres capaz de sacarme de mis casillas y acto seguido sacarle punta a mis palabras lanzadas al viento. Y me desarmas. No respetas ni los momentos más íntimos en los que tras el último jadeo nocturno pones tu particular guinda al pastel.
Siempre recordaré la boda de mi hermana. Todos guardando un solemne silencio sepulcral y tenías que hacerlo. Y yo, sin poder evitarlo, me reí a carcajada limpia. No pude evitarlo y seguí riéndome con lágrimas corriendo por mis mejillas. A modo de brindis improvisado, sólo se me ocurrió decir:
- María, quien bien te quiere, te hará llorar... de risa. !Vivan los novios!

P.D. Escrito para la reunión de Anonima Mente

lunes, 13 de septiembre de 2010

Rana de San Antón

Aquel verano sus padres tiraron la casa por la ventana. Un mes en Londres para aprender el idioma, que sin inglés no vas a ninguna parte, decía su madre. Después quince días en un campamento deportivo, que al niño se le da bien el balón y cualquier día nos retira, decía su padre. Y ambos coincidieron en que al menos debía pasar otras dos semanas en Madrid con la tía Angustias que está muy bien relacionada y las niñas van a clase con la hija de una prima segunda de los Borbones.
Entre tantas idas y venidas Mario pasó unos días en el pueblo y cuando volvió a clase, en su primera redacción lo tuvo claro.
"Este verano he ido al río. Yo no sé cazar ranas pero al Largo se le da muy bien y cogimos una de San Antón. Se la quedó él pero le puso mi nombre. El Largo sabe mucho de animales y de muchas cosas. Yo de mayor seré veterinario y cuidaré sus vacas".

martes, 7 de septiembre de 2010

Manuela

Los años y la artrosis consumieron su cuerpo pero no consiguieron doblegar su férreo carácter.  Herencia de una época difícil, guardaba siempre en sus bolsillos una galleta, un caramelo o unas peladillas. Compartían espacio con la baraja con la que hacía solitarios sobre la manta que cubría sus piernas.
No se acomodó en la silla de ruedas y apoyada en su bastón se empeñaba en caminar cuando estaba sola y acercarse a la puerta del jardín. Me ha llamado el perro, decía con una sonrisa picarona como la de un niño pillado infraganti.
Poco a poco fue perdiendo la guerra a la dependencia aunque ganaba pequeñas batallas. Sus manos temblorosas de largos dedos curvos removían de forma inverosímil las tres cucharadas que siempre echaba al café.
El día que no pudo se dejó ir. Ya no era ella. Solo era la sombra de un cuerpo diminuto que dejaba un vacío infinito.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Tenemos que hablar

Tenemos que hablar. Siempre he odiado esa frase. No augura nada bueno. La crónica de una muerte anunciada debería haber comenzado así. Seguro que hay una norma de protocolo que dice que es la forma correcta de dar malas noticias. Siéntate. Tenemos que hablar. Y lo mismo sirve para comunicar la muerte de la abuela, que han llegado las notas con cinco ceros como cinco soles o decir adiós, que te vaya bonito.
Quizás por eso pensé que era la mejor forma de comenzar una conversación imposible que creo saber cómo terminará pero que no quiero evitar por más tiempo.
Nos conocemos desde críos. Jugábamos juntos en la plaza cuando no había ordenadores. Fuimos juntos al cole. Nos perdimos la pista en la universidad y volvimos a encontrarnos. Hemos compartido experiencias, nos hemos contado la vida con pelos y señales, amores, desengaños.. y hemos pasado juntos alguna que otra borrachera que termina ensalzando la amistad.
Quizás por eso pensé que tenía que planificar bien mis palabras y dejar abierta una vía de escape para poder salir airoso.
Tenemos que hablar. A las nueve donde siempre.

P.D. Otros personajes que "tienen que hablar". Bella de Javi y Ana de Anónima Mente