Preparó mentalmente la conversación e imaginó respuestas para sus preguntas, pero no encontró una explicación coherente. Al final dejó una nota en el frigorífico.
Me gusta, me gusta mucho, pero tengo una pregunta: ¿la lista de cosas a comprar es para élla, para él, para disimular? Además, son cosas buenas, caprichos casi. Creo que por eso me despistan.
Muy bien, Mar. Ese miedo a enfrentarnos sigue latente... ni siquiera por sms ni watsapp! Por cierto, me recordó uno que escribí hace rato, te copio el enlace por si le quieres echar un vistazo: http://relatosenlinea.wordpress.com/2010/10/26/huevos/ Abrazos.
Me gusta, me gusta mucho, pero tengo una pregunta: ¿la lista de cosas a comprar es para élla, para él, para disimular? Además, son cosas buenas, caprichos casi. Creo que por eso me despistan.
ResponderEliminarLuisa, esa es la idea, que cada cual piense lo que quiera. ¿Estaba la lista ya ahí?... no quiere que sufra y le indica que se compre detalles?
EliminarYo creo que la lista es para que se le pase el disgusto. Con helado, galletas y chocolate las penas son menos....
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa, ahí estamos, siempre viendo el lado positivo
EliminarEs increíble todo lo que se puede decir con tan pocas palabras. Me ha encantado. Te sigo ;-)
ResponderEliminarUn abrazo
Anuca, gracias, bienvenida. Espero que te sientas a gusto en los jardines
EliminarEs fantástico cuánto se puede contar con lo elidido, Puck, cuando se tiene tu oficio.
ResponderEliminarUn hiperbreve potente, que nos regala tantas historias como lectores.
Un abrazo.
Pedro, gracias. :-)
EliminarPuck, a veces no se requiere un gran discurso para decir adiós. Las palabras, según en que momentos, cuantas mas escasas mejor.
ResponderEliminarMuy original este micro.
Abrazos.
Nicolás, gracias. Para decir adió solo hace falta una palabra. El resto son explicaciones, excusas...
EliminarGenial, para decir adiós tampoco hace falta tantas palabras :)
ResponderEliminarun saludo
Marialuisa, gracias. Adiós, bueno, hasta otra, jeje
EliminarMuy bien, Mar. Ese miedo a enfrentarnos sigue latente... ni siquiera por sms ni watsapp! Por cierto, me recordó uno que escribí hace rato, te copio el enlace por si le quieres echar un vistazo: http://relatosenlinea.wordpress.com/2010/10/26/huevos/
ResponderEliminarAbrazos.
David, sí, ya pasé por allí. Más ingenioso el tuyo. Y no es un cumplido, así lo creo.
EliminarEs como si, sabiendo que se va a marchar, o que lo va a marchar, lo haga repentinamente. Me gusta esa inmediatez de la decisión, o no.
ResponderEliminarBesos
Elena, siempre puede volver antes que él y quitar el post-it
EliminarUna despedida muy dulce. Pero no se atreve a decirle adiós cara a cara... Quizá si habla con él teme que le convenza para quedarse.
ResponderEliminarPuri, creo que esa es la idea, igual si se queda comparten helado, galletas... y no se va
EliminarCuriosa mezcla de dulzura en algo inevitablemente amargo... Buen contraste, Puck.
ResponderEliminarUn abrazo.
Belén, que conste que a tí se te dan mejor estos hiperbreves :-)
EliminarMinimalismo puro esta despedida.
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