Puedo detener el tiempo. Es un don. Lo he sabido desde siempre, aunque nunca lo he compartido con nadie. No sabría cómo explicarlo. – Oye, ¿sabes que si quisiera pararía el reloj durante….? – No. Creo que no me creerían.
La primera vez que pensé conscientemente en usar mis poderes fue en el patio del colegio cuando aquel balón se dirigía directamente hacia mi cara y entonces…. zas!!! Me dio justamente en medio de las gafas. Podía haberlo evitado pero yo odiaba ser un cuatro ojos y tardaron unos días en darme las nuevas.
Durante años estuve tentado a parar el tiempo durante los exámenes. Dejar al profesor y a mis compañeros petrificados y contestar las preguntas con calma, sin prisa, e incluso comprobando los datos en los libros. Pero detrás de la imagen de cerebrito hay un empollón real. Nunca me hizo realmente falta.
En aquella entrevista de trabajo casi llegué a hacerlo. Me sudaban las manos como nunca, y la corbata de las bodas (no tengo otra) casi no me dejaba respirar. Al final pensé que lo mejor era que terminara cuanto antes.
Y así llegue a este laboratorio donde paso las horas y los días. Llego todas las mañanas a las ocho y me marcho a… no lo sé. Depende. Cuando ya ha oscurecido. Vuelvo a casa y ceno solo delante del televisor.
Puedo parar el tiempo. Pero sigo esperando el momento adecuado para hacerlo.
P.D. Además creo que puedo escribir. Esto sí que puedo compartirlo y espero que os resulte interesante. Bienvenidos a los jardines de Puck.
Me ha gustado, sobrado el tío... con la frase final, muy bueno.
ResponderEliminarMe recuerda a unas chicas que podían parar la lluvia, en plena sequía ¡a quien se le ocurre!
Te sigo!
Saludos
Gracias Anita. Todos "podemos" hacer muchas cosas :-) sobre todo desde que gano la roja. Po-de-mos (entonado como cántico futbolero :-)
ResponderEliminarClaro que podemos, Puck. Y por eso lo vamos a hacer. Yo también te sigo (garantía: Anita Dinamita). Cuelgo tu dirección en mi blog para que los lectores circulen entre nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por dejar tu comentario en mi blog. Sin él no habría podido llegar aquí.
PABLO GONZ
Avisa cuando pares el tiempo, que tengo un par de cosas pendientes fuera de plazo.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Te sigo
Bienvenido Pablo, yo también te sigo. Anónima, no te preocupes que avisaré con tiempo para que de tiempo a todo durante la parada jaja. Saludos
ResponderEliminarEl tiempo me parede una constante en tus relatos, Puck. Quizá en lugar de El jardín de Puck, el blog debiera llamarse El reloj de Puck.
ResponderEliminarAh, aquellos que escribimos no sólo paramos el tiempo: hacemos con él lo que nos plazca; y eso es fantástico.
Un abrazo.
Muy bueno, Puck. Un final redondo. Mi sombrero.
ResponderEliminarAQUI-AHORA, SERA FABULOSO DETENERLO.
ResponderEliminarSí José Manuel, jugar con el tiempo me apasiona :-) y estos jardines llevan su propio reloj
ResponderEliminarKum, gracias por la visita y el comentario
Rosio, genial vivir un momento tan bueno que te gustaría detener el tiempo eh?, pero si lo paras no llegarán otros :-)
Esto es un mundo, si, un mundo de historias, sueños, casualidades, tiempos detenidos o no, pero compartidos.
ResponderEliminarBesos
Lo bueno es que está convencido de hacerlo...y ¿quién sabe?. Gracias por pasarte por mi blog, el que te presentes a un concurso del tipo que hace el blog de el diario de anónimamente no significa que todos vayan a leerte, muchos sólo van a lo que van y no les importa los demás, por ello quiero agradecerte que hayas dedicado unos minutos de tu tiempo para pasar por mi "casa"...lo dicho, gracias y suerte :)
ResponderEliminarAfortunado él que puede hacerlo, y afortunado él que puede disponer de cuándo hacerlo.
ResponderEliminarSaludos
Su, un placer compartir sueños e historias
ResponderEliminarsu, bienvenida a los jardines y no echo en el olvido la visita a tu "casa". Volveré, sin duda.
Miguel, creo que todos podemos. Yo todavía estoy practicando. Creo que comienza por apagar el móvil, pero todavía no he podido :-)
Detener el tiempo es un gran don, me alegra que no lo desperdicie, aunque es su tiempo el que parece detenido...
ResponderEliminarSuerte que escribe, así disfrutamos todos.
Saludos
La frase que cierra el micro es genial. Un abrazo.
ResponderEliminarPuck, me gustó el tono casi triste, pero con la omnipotencia que da el creer que se puede parar el tiempo, todo es más benévolo. Da placer leerlo.
ResponderEliminarPatricia, me alegra que vieras ese matiz de tiempo ya detenido.
ResponderEliminarMaita, gracias por la visita
Julio, a veces lo que creemos que puede pasar es lo único que nos mantiene en pie
Saludillos
Si habéis llegado hasta aquí, a los orígenes de estos jardines, no podéis perderos el rincon de Haikum. Él cree que el tiempo no se puede detener... quizás tenga razón...
ResponderEliminarhttp://haikumk.blogspot.com/2011/03/siempre.html
Gracias Kum. Los caracoles están encantados :-)
Hola Puck!
ResponderEliminarde no haber sido porque lo linkaste en mi blog nunca habría leído esto, o tal vez sí, pero desde luego fenomenal comienzo de tu blog.
Ya lo sabes, pero es un placer pasear por tus jardines.
Saludillos de los tuyos!
Gracias Sucede!!!! Es que últimamente os da a todos por decir que el tiempo no para y me recordáis el origen de estos jardines negando la mayor. Me alegro de que te gusten estos lares, es un placer encontrarte por aquí.
ResponderEliminarSaludillos
Y lo conseguiste...Paraste el tiempo, cada vez que entro en tus jardines se detiene...
ResponderEliminarBesazos desde el aire