Te quiero. 2 palabras. Te necesito. Otras 2 y ya son 4. No puedo vivir sin ti. 5. No te vayas nunca mi amor. 6 palabras. Justas. Medidas. Las repito mentalmente mientras me anudo la corbata frente al espejo en el que se refleja, al fondo, tu imagen. Me giro y sigues en la cama. Te miro. Te giras y entreabres los ojos.
- Me voy. Llegaré tarde. No me esperes para cenar. Recuerda recoger los trajes del tinte.
- Me voy. Llegaré tarde. No me esperes para cenar. Recuerda recoger los trajes del tinte.
Te quiero, te quiero...Hay que decirlo y mucho, el otro no es adivino y necesita saberlo..
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa, eso, eso, hay que decirlo y gritarlo al aire si hace falta. bss
EliminarMe ha dado pena tu microrrelato. Cuando las palabras se cuentan como si no sobraran, malo...
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso.
CDG, esa era la idea de contarlas...
EliminarQuince palabras de amor transformadas en quince palabras cotidianas y vacías. Qué pena que no haya una justa medida entre el pensamiento y palabra.
ResponderEliminarUn beso
Ana, pocas veces decimos exactamente lo que pensamos
EliminarPuck, que romántico relato sino fuera porque no es capaz de repetir verbalmente lo que se dice mentalmente. Es tan fácil demostrar el amor cuando se siente que no hacerlo es de idiotas. Aunque ahora que lo pienso, al que se lo dice es a él mismo. ¡Qué egolatra!
ResponderEliminarAbrazos.
Abrazos.
Para mi, las palabras son un campo de minas, un terreno hostil en el que no consigo dar dos pasos sin continuamente pensar que no es el lugar donde debo estar. En parte comprendo a tu protagonista, porque como sabes, había palabras pero no servían de mucho.
EliminarUn saludo, buen micro.
Nicolás, jajaja no lo había pensado, sí, sí se lo dice a él mismo jajaja
EliminarCitizen, me gusta eso de que las palabras son un campo de minas. Mucho. Peligroso.
Uff, pasa de un extremo a otro. El extremo pensante no creas que me chirría un poco. Quizás le sería más fácil decir "Te quiero, puedo hacer mi vida sin tí, pero estoy encantado compartiéndola contigo".
ResponderEliminarAbrazos sentidos libremente.
Su, sería genial decir/escuchar esas palabras
EliminarQué buen micro. Cuánto se le teme a las palabras. Y sin embargo, muchas veces los cotidianos silencios no hacen más que plantear suposiciones erróneas que pueden acarrear consecuencias inesperadas...
ResponderEliminarSaludos orilleros, Puck!
Bee, me alegro de que te guste. La interpretación de los silencios es todavía más complejo
EliminarTal vez está ensayando mentalmente las palabras que le dirá a su amante con la que cenará por la noche.
ResponderEliminarEso es lo que me ha sugerido tu micro, Puck.
Un besito.
MJ, jaja es interpretación no se me había ocurrido
EliminarCuando el sentimiento no se complementa con la palabra, malo, malo.
ResponderEliminarBuen relato,
Un abrazo
Esperanza, gracias. Toda la razón del mundo
EliminarEs que con pensar no es suficiente, se necesita ese poquito más.
ResponderEliminarMuy bueno Puck.
Un beso
Paloma, exacto, pensar no es suficiente
EliminarEs así muchas veces, se piensa pero no se dice, ¡una pena! Son palabras que necesitan ser dichas y escuchadas.
ResponderEliminarBesitos
Elysa, las palabras se las lleva el viento, pero solo aquellas que se dicen no? jeje. Estoy contigo. Pensar, decir y escuchar
EliminarQUue pena que no las dice.... nos dicen brujas pero en realidad no somos adivinas.... :(
ResponderEliminarReina, eso, brujas pero no adivinas, jeje me gustó
Eliminarel otro día escuché en tu querida radio que Pessoa dijo que hay dos vidas, la real, la que soñamos de niños, y la que se impone, la vida práctica, que no es la real. Creo que esta frase ilustra perfectamente al personaje.
ResponderEliminarCybr, vivimos a caballo entre nuestros pensamientos y nuestros actos
Eliminar"Te quiero mucho", hay que decirlo más.
ResponderEliminarBettie, bienvenida a los jardines. Espero que encuentras cosas que te gusten.
Eliminarsaludillos