Cierra los ojos con fuerza, se pone las manos en las orejas y repite cada vez más alto la misma cantinela - habla chucho, que no te escucho, habla chucho... - Como cuando de niña se enfadaba con sus hermanos, puede estar así tiempo indefinido. Ahora no hay nadie. Nunca hay nadie. Pero, por un rato, ni ve ni escucha la soledad.
Qué terrible es la soledad Puck. En mi pueblo se dice cartucho que no te escucho, fideo que no te veo. Un abrazo.
ResponderEliminarUff Puck!!! Que duro.
ResponderEliminarBesos desde el aire
...pues eso, muy duro, y muy triste...ese "Nunca hay nadie" se clava en el "sentío"
ResponderEliminarUn abrazo compañero, para esos ratos de soledad que uno no desea...
Muy duro e impresionante...
ResponderEliminarA propósito, aprovecho hoy que mi USB lunático me deja (antes fue literalmenteimposible) para felicitarte el cumple, ¡y enhorabuena por el nuevo proyecto!
Abrazos.
Pues si le funciona para ahuyentarla, nada en contra. Uno está más solo rodeado de gente, a veces. Me gusta cómo lo has contado.
ResponderEliminarParece que la soledad a veces le dice cosas que no quiere oír.
ResponderEliminarPrecioso y triste, Puck
Abrazos
Ese ruido que acompaña a la soledad, ese terrible ruido de silencio, es peor que sentirse abandonado.
ResponderEliminarBlogsaludos
La autosugestión es un arma poderosísima.
ResponderEliminarNi ve ni escucha la soledad. Hermoso final.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Felicitaciones, Puck, extraordinario!!!
ResponderEliminarEnhorabuena por este espléndido micro
Ufffffffffff
ResponderEliminarDemoledor.
Pero que bueno!!!!!
Que buenísimo.
Saludos.
uy, que pataletas... jeje
ResponderEliminarAbrazos!!!
Demasiado cruel para soportarlo tanto tiempo...
ResponderEliminarHay modos terribles de evadirse de la soledad.
Genial entrada.
Besos.
Mar, cartucho y fideo, me gustan, me lo apunto jeje
ResponderEliminarRosa, la soledad es dura
Juanlu, me gusta ese abrazo, otro para tí
Susana, gracias por todo y ya sabes, si tienes alguna rana por ahí... a la charca!!!
montse, creo que muchas de las ¿demencias? de los ancianos tienen ese objetivo, alejar la soledad
Anita, la soledad reiterada nunca dice nada bueno
ResponderEliminarAdivín, el ruido de la soledad, me gusta esa imagen sonora
Alabama, totalmente de acuerdo
Javier, gracias
Patricia, me alegro de que te guste
ResponderEliminarToro, gracias, la verdad es que es una imagen que me persigue desde hace tiempo
Sucede, dicen que de ancianos nos volvemos como niños
Gala, esa era una de las ideas del micro, el tiempo indefinido que puede estar así...
saludillos
A mi ser de ciudad me costo muchos veranos solitarios, porque no había pueblo al que ir. Hubo una temporada que me preocupaba ser tan poco social, ahora creo que me estoy volviendo asocial y disfruto de ello. Aunque resulte raro.
ResponderEliminarHacemos cualquier cosa por no escuchar la soledad.... ;)
ResponderEliminarMe gustó mucho como enlazaste la cantinela infantil con el hastío de la madura soledad. Muy buen micro, Puck!
ResponderEliminarSaludos porteños!
Un micro duro, no hay dudas... No hay fórmulas para escapar de la soledad. Ni siquiera estar acompañado... bueno, depende de con quién.
ResponderEliminarBesos.
HD
Cybr, no es lo mismo la soledad buscada que obligada e indefinida
ResponderEliminarReina, supongo que cada uno busca sus maneras de luchar contra la soledad
Bee, muchas gracias
Humberto, ya sabes lo que dicen, mejor solo que mal acompañado
Saludillos
Ah! me encanta ese refugio que le has buscado a la protagonista, así es más una soledad "buscada", mucho más llevadera que la otra.
ResponderEliminarSuena duro este micro, ese párrafo final es impresionante, golpea...
ResponderEliminarBesitos
Claro! mejor que siga así... la soledad mata.
ResponderEliminarExcelente micro Puck!
Abrazos,
Maite, no se vé ni se oye.. pero la soledad sigue estando ahí
ResponderEliminarElysa, gracias por tus palabras
Claudia, todos necesitamos un refugio para sobrevivir a la soledad
Saludillos
Puck, que relato más duro y real. Ese final te rompe y te deja tocado. Me encanta esa sorpresa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nicolás, gracias. El micro realmente es una imagen que tengo clavada en la cabeza desde hace tiempo. Los ancianos se vuelven como niños y en parte creo que es para recordar un momento en el que no existía la soledad
ResponderEliminarSaludillos