Mi padre no me quiere. Me lo ha dicho mi mamá. Una y otra vez. Y mi mamá no miente. Dice que nos abandonó. Ahora estamos solas. Los hombres no son de fiar. Y mi padre menos, que nunca ha querido saber nada de mi.
Mi madre no miente nunca, pero a veces confunde las palabras. Tardé años en entenderlo. Mi padre no la quiere. La abandonó. Pero yo no soy ella. La quiero y sé que nunca miente. Me quiere y espero que entienda esta llamada.
- ¿Papá? -
Mi madre no miente nunca, pero a veces confunde las palabras. Tardé años en entenderlo. Mi padre no la quiere. La abandonó. Pero yo no soy ella. La quiero y sé que nunca miente. Me quiere y espero que entienda esta llamada.
- ¿Papá? -
Ya casi está el círculo cerrado para que este personajillo pierda la infancia completamente y logre despojar las mentiras que pusieron en su camino.
ResponderEliminarUn abrazo
Uff, yo creo que ya la ha perdido (la infancia, digo). Es muy redondito Puck, la reflexión da saltos lógicos que llevan derechitos al cierre, como debe ser ;-)
ResponderEliminarAbrazos
Es muy triste que se intente que los hijos-as vean la realidad por los mismos cristales que la ven los padres y madres.
ResponderEliminarAbrazos
Conozco más de un caso como este, el tiempo siempre se puede recuperar, aunque no deberíamos tener que hacerlo. Abrazos.
ResponderEliminarEn lo único que te equivoca el protagonista es en que la madre entienda la llamada. No va a ser así...
ResponderEliminarBicefalepena, es algo inherente al crecimiento
ResponderEliminarRocío, creo que al final todos los razonamientos son lógicos aunque se basen en cosas irracionales
Su, completamente de acuerdo
Maite, sí, creo que el tiempo pone a cada cual en su sitio
depropio, todo depende de la madre...ella espera que lo haga. Quizás sea cuestión de tiempo también
Saludillos de lunes
Esta niña superó la manipulación (sindrome de alineación parental)
ResponderEliminarEs un tema tremendo, muy bien llevado en tu micro.
Besos, Puck
Es un cuento certero. Lo que uno no sabe limpiar en el alma es basura que le arrojamos encima a los hijos.
ResponderEliminarMe encanta porque aún la niña, o ya no tan niña, despues de la manipulación a la que fue sometida, disculpa a su madre porque la quiere.
ResponderEliminarBonita historia Puck.
Abrazos
Y aún así está la justificación, la disculpa de la hija ante esa madre a la que quiere de todas formas " a veces confunde las palabras", y el darse cuenta de ello le ha dejado las puertas abiertas para cambiar sobre todo aquello que creyó en su momento. Como bien dices, el tiempo pone a cada cual en su sitio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo entiendo lo que dices, aunque no lo he vivido, pero todos lo deberíamos entender. Existen muchas madres, y padres, como la madre de tu micro.
ResponderEliminarAbrazos.
Y aprendió a interpretar las palabras de la madre. Muy buena vuelta de tuerca.
ResponderEliminarBesos luneros.
Desde luego, si la niña ha sido capaz de darse cuenta y aceptar y querer a su madre, me levanto el sombrero... es algo difícil de perdonar. Crecer viendo a tu padre como alguien malo, odiando a los hombres, en general, para pasar a ver el rencor y el dolor de la persona que te ha criado.
ResponderEliminarLa madre no entenderá que le llame, pero ella tendrá que aprender a que eso no le importe.
Buen tema para empezar la semana.
Abrazos
Torcuato, gracias, pretendía ser justo eso, un relato de superación
ResponderEliminarManuel, muy visual tu comentario y muy acertado
Ángeles, en esa disculpa está también la esperanza de que entienda y disculpe la llamada
su, no sé quien dijo que el tiempo es un juez justo
David, desgraciadamente yo también creo que es así
Lola, si consigue interpretar eso podrá hacerlo con todo en su vida
Anita, no sé si es posible, quiero pensar que si, al menos en este micro lo es
Saludillos
Qué joda cuando los padres proyectan sus desgracias en los hijos, qué felicidad que se rompan esas cadenas.
ResponderEliminarAbrazos.
Baizabal, ¡brindo por romper todas las cadenas!!!!
ResponderEliminarMuy buen relato Puck! La niña creció en un par de líneas y comienza una nueva historia. Me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos!
Claudia, gracias. Esa era la idea, un nuevo principio.
ResponderEliminarSaludillos