miércoles, 8 de mayo de 2013

Destino

Érase una vez dos niños que se conocieron en el cruce de tres calles. A ella le llamaban "cuatro ojos" y él era el pequeño de cinco hermanos. Se miraron durante seis segundos y bastaron para que, desde entonces, quedaran siete días a la semana. Jugaron, rieron, cumplieron juntos ocho, nueve, diez años. A los once dejaron de contar y pasaron doce primaveras antes de volver a encontrarse. Fue un viernes y 13. Estuvieron tonteando catorce meses antes de jurarse amor eterno que les duró quince años.  Ella no cree en casualidades. Él está dispuesto a esperar.


17 comentarios:

  1. esperará dieciseis horas, días, años???
    esperará???

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    1. Luisa, jeje, cada uno que piense lo que quiera...

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  2. Serendipity.
    Que la espera no se canse de esperar en el juego del tiempo y el amor.
    Un abrazo.

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  3. Dieciseis minutos después llegó la reconciliación.

    Saludos Puck

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    1. jaal, quizás. Bienvenido a los jardines!!

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  4. ¿Dónde está la tecla de los aplausos? ¡Qué bien contado para ser de letras!

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    1. Cybr, gracias. Sabina da mucha inspiración :-)

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  5. Buena inspiración del Maestro. Dentro de diez días te daré un beso y volveremos a iniciar la cuenta.

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  6. Puck, me encantan estos micros repletos de referencias a Sabina y a sus letras, y que juegan a contarnos una historia con la cancioncilla en la cabeza.

    Como siempre, recibe un torrente de aplausos.

    Abrazos.

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    1. Nicolás, me encanta ese juego sabinero :-)

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  7. ¡Chapeau, Puck!

    Como Sabinero declarado, me descubro. Es un micro soberbio.

    Un abrazo.

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  8. A él lo compadezco. A ella me la imagino ya en otros brazos.

    Besos.

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