Mi abuelo no hablaba de esas cosas, pero no hacía falta. Recuerdo que, de pequeña, metía un cojín dentro de la camiseta y, poniéndome de perfil, insistía muy seria en que quería ser como él. Sin decir nada, me miraba de reojo, sonreía por dentro y yo sabía que era su princesa. No recuerdo conversaciones con mi abuelo, pero a veces no hacen falta palabras.
Hay intercambios de afectos que se entienden mejor en silencio, con miradas y gestos.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Recibe mis saludos.
Muy tierno y me ha gustaod el punto de vista de la niña crecida, princesa entonces y espero que princesa hoy. Como dice Anna, cuando sobran palabras y los gestos hablan, es que va todo bien y no sólo la curva trae la felicidad.
ResponderEliminarLa relación entre abuelos y nietos es inolvidable, nos marca de por vida. Yo no recuerdo cariño más incondicional que el de mi abuela. No hay ni un día que no me acuerde de ella. Un beso Puck.
ResponderEliminarPuck, siempre das con la tecla de la ternura en tus micros, deberías escribir un manual sobre ello, aquí tu primer comprador. Los abuelos son especiales pues muchas veces son ellos los que se ocupan de nosotros cuando somos pequeños, nos enseñan con más naturalidad.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Abrazos tiernos.
En casa solemos decir que los hijos son ese capital que hemos de cuidar y los nietos los intereses del capital que hemos de disfrutar.
ResponderEliminarComo apunta Nicolás, el toque de ternura que le impregnas al texto levanta el ánimo del lector, haciéndole sonreír y recordar.
No conozco a nadie que, en un momento dado, no haya querido ser como al menos uno de sus abuelos.
Aplausos, Puck.
Un abrazo,
¡Ay! Esos abuelos de antes, que compartían vivienda con hijos y nietos. ¡Cuánta complicidad!
ResponderEliminarMi abuelo fue el mejor cuentacuentos de todo el contorno.
Un micro precioso, Puck.
Besitos.
Sencillo y profundo como la relación silenciosa con el abuelo. Sí, yo también recuerdo más complicidad de gestos que de palabras.
ResponderEliminarMuy bello, ranita. Abrazos.
No tuve la suerte de conocer a mis abuelos...Pero siempre los imaginé así. Precioso Puck.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Qué homenaje más dulce al abuelo. La verdad, que qué grandes son los abuelos, los que son grandes.
ResponderEliminarSaludos.
Las distancias generacionales producen estas cosas, la forma de acercarse es tomando o quitando años.
ResponderEliminarSegún llega uno a tener más capacidad de raciocinio el otro lado lo pierde. Me imagino todos ya conocemos un parte y el tiempo nos dará conocimiento de la otra.
Saludos
Un privilegio.
ResponderEliminarEl habla es solo uno de los lenguajes humanos. Algunos sirven más que otros, no hay duda.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Puck!
ResponderEliminarLeía tu micro y no dejé de sonreír ni un momento. Disfruté de mis 4 abuelos. Cada uno a su manera. Con algunos en silencio, otros con muchas palabras e historias mágicas.
Un privilegio fenomenal!
Saludos porteños!
Cuando sobran las palabras, el amor está hablando.
ResponderEliminarMuy tierno.
Abrazos sin ruido.
¿Él pensaría en llegar a ver a un bisnieto?
ResponderEliminarMuy tierno, Puck.
Las palabras sobran.
ResponderEliminarCuando el afecto es fuerte y profundo, no importan las palabras...
ResponderEliminarBesos.
HD
Muchas veces la complicidad está en el silencio.
ResponderEliminarBlogsaludos
Anna, muchas gracias, el valor de la mirada es fundamental
ResponderEliminarCDG, ese sentimiento se queda muy dentro
Mar, los abuelos tienen algo especial y se quedan siempre con nosotros en el recuerdo
Nicolás, mira que no creo que la ternura sea mi fuerte... siempre temo caer en la cursilería, pero me alegro de que te gusten.
Pedro, me gusta ese dicho, me lo apunto.
MJ, así has salido tú!!! claro si es que llevas las palabras en los genes
Susana, muchas gracias por tu visita y tus palabras
ResponderEliminarRosa, un abrazo y más besos de vuelta
Sibreve, eso era precisamente :-)
Enmascarado, esa idea de cruce temporal da para un buen micro :-)
Alabama, estoy de acuerdo
Citizen, a veces, solo a veces,las palabras sobran
Bee, me encanta haber conseguido esa sonrisa :-)
ResponderEliminarLola, es así, claro que sí
Tor, gracias
Cybr, sólo a veces, otras hacen falta muy pocas y es un micro o un nano :-)
Humberto, lo importante es lo importante
Adivín, es tan difícil saber estar a gusto en silencio!!
Saludillos sin palabras y con mucho cariño para todos
Los gestos de complicidad resuenan a veces más que las palabras. Hermoso tu micro.
ResponderEliminarBesitos
:)
ResponderEliminarSeguro que tu abuelo te adoraba.
Que ternura...
Besos.
Elysa, Toro, muchas gracias por la visita y por vuestras palabras
ResponderEliminarsaludillos
Jo, me has tocado ahí, donde se esconden los suspirillos. Yo no conocí a mis abuelos, pero guardo otras muchas conversaciones a las que no les hace falta las palabras.
ResponderEliminarGracias, Mar.
Miguelángel, qué buenas son esas conversaciones sin palabras :-)
ResponderEliminarsaludillos