Pongamos que hablo de Madrid, nunca es tarde para conocer esa ciudad donde a 23 metros bajo tierra sigue habiendo vida, donde un amor traicionero te espera en cada esquina y en cada plaza te asaltan fantasmas terrenales. Viajera en el tiempo, despido cada año con las campanadas de la Puerta del Sol soñando que alguien me susurra al oído palabras preci(o)sas, pero esa es otra historia.
Siguiendo las indicaciones de Miguel, inicio la cuenta, 38, 67... todavía me quedan unas pocas para recomendar ver sus fotos de Madrid e intentar averiguar si valen más que sus 99 palabras.
A Miguel Ángel Molina lo podéis encontrar...
Vocación por amor
Cuando vi a Martina por primera vez supe que era la mujer con la que quería pasar el resto de mis días. Según fui conociéndola todos mis pensamientos se confirmaron, era ella. Cuando decidí pasar de amigo a algo más me dejó bien claro lo que buscaba, y me aseguró que no pararía hasta encontrarlo: “busco un hombre ingenioso, que no se ande por las ramas, capaz de simplificar cualquier complejidad, que me ofrezca una relación intensa y me sorprenda en cada momento” Tras oír todos los requisitos tuve claro el camino a seguir y empecé por hacerme microrrelatista
La sangre de las aceitunas
El infierno se había trasladado a la Colina del Suicidio. Bajo un ruido ensordecedor los brigadistas mantenían sus posiciones, esperando a la muerte lo más dignamente posible.
Charlie Donnelly, el irlandés, nunca imaginó acabar sus días junto al Jarama. Tenía 23 años y muchos poemas por escribir, pero prefirió luchar por sus ideas.
Tras un olivo, mientras mantenía a raya al enemigo dicen que exclamó: "Hasta las aceitunas están sangrando". Un tiro en el brazo, otro en el costado y el mortal en la cabeza silenciaron su fusil y su pluma para siempre.
Hoy, descansa sepultado en el olvido.
Amor ante todo
El príncipe, deseoso de encontrar el amor, rebuscó por todos los cuentos.
Primero encontró a Rapunzel, pero tras escalar la torre descubrió su obsesión por champúes y suavizantes. Después halló a Bella, pero el trankimazin pudo con sus besos. Cenicienta, Blancanieves… ninguna realmente ansiaba enamorarse.
Cuando se resignó a vivir solo, una rana llamó su atención.
-¿Ranita, estás hechizada?
-Sí.
-¿Y un beso rompería el conjuro?
-Sí, si nos juramos amor eterno.
-Perfecto, sólo busco eso.
Tras besarla un musculoso muchacho, de dulce mirada, le susurró tiernamente:
-¿Hola guapo, algún problema?
Pensativo, el príncipe contestó:
-Ninguno, nadie es perfecto
Siguiendo las indicaciones de Miguel, inicio la cuenta, 38, 67... todavía me quedan unas pocas para recomendar ver sus fotos de Madrid e intentar averiguar si valen más que sus 99 palabras.
A Miguel Ángel Molina lo podéis encontrar...
Vocación por amor
Cuando vi a Martina por primera vez supe que era la mujer con la que quería pasar el resto de mis días. Según fui conociéndola todos mis pensamientos se confirmaron, era ella. Cuando decidí pasar de amigo a algo más me dejó bien claro lo que buscaba, y me aseguró que no pararía hasta encontrarlo: “busco un hombre ingenioso, que no se ande por las ramas, capaz de simplificar cualquier complejidad, que me ofrezca una relación intensa y me sorprenda en cada momento” Tras oír todos los requisitos tuve claro el camino a seguir y empecé por hacerme microrrelatista
La sangre de las aceitunas
El infierno se había trasladado a la Colina del Suicidio. Bajo un ruido ensordecedor los brigadistas mantenían sus posiciones, esperando a la muerte lo más dignamente posible.
Charlie Donnelly, el irlandés, nunca imaginó acabar sus días junto al Jarama. Tenía 23 años y muchos poemas por escribir, pero prefirió luchar por sus ideas.
Tras un olivo, mientras mantenía a raya al enemigo dicen que exclamó: "Hasta las aceitunas están sangrando". Un tiro en el brazo, otro en el costado y el mortal en la cabeza silenciaron su fusil y su pluma para siempre.
Hoy, descansa sepultado en el olvido.
Amor ante todo
El príncipe, deseoso de encontrar el amor, rebuscó por todos los cuentos.
Primero encontró a Rapunzel, pero tras escalar la torre descubrió su obsesión por champúes y suavizantes. Después halló a Bella, pero el trankimazin pudo con sus besos. Cenicienta, Blancanieves… ninguna realmente ansiaba enamorarse.
Cuando se resignó a vivir solo, una rana llamó su atención.
-¿Ranita, estás hechizada?
-Sí.
-¿Y un beso rompería el conjuro?
-Sí, si nos juramos amor eterno.
-Perfecto, sólo busco eso.
Tras besarla un musculoso muchacho, de dulce mirada, le susurró tiernamente:
-¿Hola guapo, algún problema?
Pensativo, el príncipe contestó:
-Ninguno, nadie es perfecto
Muy buenos los tres. También leí el su aportación a "Escríbeme Una Ilustración" y también me gustó. Tengo un acuciante problema de tiempo para leer todo lo que me gustaría, y tú me lo agravas cada domingo.
ResponderEliminarBravo por esta selección! Tres micros que, además de extraordinarios, tienen una intención completamente distinta.
ResponderEliminarMiguel, Puck, los abarco en un abrazo.
Muy buenos.
ResponderEliminarUn saludo,
Gran retrato.
ResponderEliminarUn abrazo
Octavius Bot
Un grande Miguel, y tu homenaje también!
ResponderEliminarAbrazos a ambos!!
Siempre has tenido buen ojo, Puck ;) Miguel Angel Molina es un microautor, refleja la sociedad de una manera grande, única y experta, un lujazo su lectura. Abrazos.
ResponderEliminarHola Puck, ¡qué decirte!
ResponderEliminarHe estado fuera este fin de semana y no he estado conectado. Por eso cuando me ha comentado Sara lo que habías publicado me he llevado una alegría enorme.
Ha sido todo un detallazo por tu parte y te lo agradezco profundamente. Sólo puedo decirte que me ha encantado y que te lo agradezco un montón.
Con tu permiso me lo quedaré para guardármelo para los restos. Besos.
P.D. Por supuesto un abrazo a Cybrghost, Patricia, Javier Domingo, Octavius, Sucede y Maite. Muchas gracias por vuestras palabras.
Ole, Miguel
ResponderEliminarOle, Puck
Genial Puck, y tú también lo clavaste en 99 palabras! Los micros de Miguel me gustan mucho, después de habrelo conocido, sé que Vocación por amor es completamente autobiográfico, y gracias a ese amor hemos ganado un magnífico microrrelatista. Los otros dos micros son muy buenos, el de la rana no lo conocía, es muy divertido.
ResponderEliminarQué guay, Puck. Otro que ya faltaba por tus jardines.
ResponderEliminarSíguelo poblando de gente tan estupenda, ya verás que frondoso se pone, bueno, mejor dicho, ya está maravillosamente frondoso.
Besitos a ambos.
Felicidades a los dos: a Miguel por el homenaje y a tí por lo bien que siempre lo haces. Fue toda una sorpresa encontrármelo. Me hizo mucha ilusión, con que a él ni te cuento.
ResponderEliminarAh, y gracias por la parte que me toca, Puck.
Besitos fuertes.
Muy buenos. Gracias por acercárnoslos.
ResponderEliminarAbrazos, mil.
Miguel, es un placer tenerte en estos jardines, es como si hubiese instalado metro en los jardines siguiendo la ruta Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal... jeje siempre Sabina.
ResponderEliminarSara, es cierto que esas palabras preci(o)sas son otra historia pendiente en estos jardines
:-)
Cybr, jeje esa es la idea provocar un poco y de paso guardarme algunas de las joyitas que voy encontrando por ahí...
A todos los demás, gracias una vez más por vuestras visitas que son las que verdaderamente dan color y alegría a estos jardines.
Saludillos
Gracias de nuevo a todos por vuestros palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarAhora estoy con "Zoom" de Manu Espada. Luego paso a esas 99 palabras.
ResponderEliminarAbrazos a ambos,
PABLO GONZ
Qué bueno, Puck!!!
ResponderEliminarUn regalito encontrar a Miguel por aquí.
Abrazos a ambos
Puck, no conocía a Miguel Ángel, mal por mí por lo que veo. Leyendo estos tres relatos me hago una idea de su literatura, genial.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho "Vocación por amor".
Un saludo a los dos.