miércoles, 13 de febrero de 2013

La princesa encantada

Ilustración de Juanlu


Tras el beso, el príncipe huyó corriendo. Entre nenúfares, la bella dama espera su regreso, convertida en rana. 



9 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Puck, el cuento al revés que deja, como es lógico, un final nada feliz, o sí, pues si el príncipe se marcha tan aterrado es porque no es trigo limpio.

    Muy original.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nicolás, ¿ y qué tiene de malo ser una rana? jaja croak, croak

      Eliminar
  3. Me suena, qué quieres que te diga... algún príncipe huidizo he visto por ahí. Ser rana no es tan malo, verdad?
    Besazos de princesa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anita, hay mucho sapo por ahí suelto en cuerpos de príncipe, ¡¡viva las ranas en la charca!!

      Eliminar
  4. Hay que darle la vuelta al cuento jeje.

    ResponderEliminar
  5. ¡qué faena!. breve y bueno

    ResponderEliminar