Se conocieron en un curso de cata de vinos. Ella quería relacionarse con gente diferente, tras una fallida relación. Como los clásicos, amante de los buenos caldos y las malas mujeres, él pasaba de tener pareja. Conectaron enseguida y decidieron quedar el fin de semana siguiente, y al otro, y otro más. Desde entonces han pasado dos años, tres meses y cuatro días. Han recorrido bodegas, lagares y viñedos. Los dos niegan estar juntos y nunca se han dicho te quiero. Quedan por amor al vino y, en cada brindis, cruzan las miradas, llevan la copa a los labios e intercambian así besos con sabor a tinto Rioja.

*Con este Brindis, que participó sin éxito en el concurso de vinos Azpilicueta, retomo la actividad normalizada en 2013. Este año los martes habrá micro en los jardines, los jueves en la Charca y los domingos "homenajes" y recuerdo a los amigos, proyectos, concursos... en esta casa. Nos leemos.
Buen brindis para empezar el año, qué bueno con una copa de Rioja. Y... organizado lo tienes todo.
ResponderEliminarEstoy impresionada, ese es la verdad
Luisa, tú sí que nos tienes a todos organizados en verde jeje ¡vivan los Brócolis!!
EliminarYo prefiero "sin suerte" a "sin éxito", porque el micro es muy bueno, Puck. Me parece genial ese negar lo innegable y mientras tanto disfrutarlo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Pedro, gracias. Brindo contigo :-)
EliminarQuiero recuperar hábitos perdidos este nuevo año ¡ya está bien de vaguear! Y como siempre, tus textos no dejan indiferente, no hay peor ciego que el que no quiere ver.
ResponderEliminarUn beso
Su, yo también estoy intentando retomar constumbres jeje. Me alegra verte en los jardines
EliminarDe estas relaciones hay muchas. A mi se me vino una real a la cabeza.
ResponderEliminarCybr, y algunas son mucho más estables y duraderas que las "oficiales"
EliminarPuck, ei, ei, tuvo su éxito este relato que yo lo vi, lo leí y voté. Me gusta este amor casual, aunque no lo reconozcan ninguno de los dos, que nace regado de vino, ahora faltaría seguir narrando su historia y ver si al final viven juntos o no. Apuesto que sí.
ResponderEliminarAbrazos.
Nicolás, pues les dejo en tus manos, ¿te animas a dar continuidad a esta historia nacida del vino?
Eliminar¡Feliz año nuevo, Puck! Vi tu relato por Azpilicueta, yo también participé y pensé, esta me gana, seguro... Pero ambas nos quedamos fuera. Yo cambiaría tu relato por alguno de los ganadores... Es lo que tienen estos concursos de votación del público.
ResponderEliminarVeo que te has organizado muy bien el año, con buenos propósitos para los martes, jueves y domingos.
abrazotes
Puri, feliz año! ahí nos encontramos unos cuantos de la mano de Pablo. Creo que ambas nos conformamos con disfrutar escribiendo y leyendo eh? jeje
EliminarConozco yo alguna de estas parejas que tan bien describes, Mar. De las que temen comprometerse sin darse cuenta que ese el mayor y más esclavizante compromiso, el propio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguelángel, cada uno se compromete a su manera no?. saludillos
EliminarQué bien dibujas la relación de muchas parejas...
ResponderEliminarCuando uno de los dos, por la razón que sea, deje de beber vino, ya no habrá nada que los una.
Me gustó Mucho tu relato, ya sabes, no siempre ganan los mejores.
Un abrazo
Rosy, bienvenida a los jardines, espero que te guste lo que encuentres. Quizás del vino pasen a otras cosas que compartir no?
EliminarA mí me ha gustado.
ResponderEliminarBesos.
Mar, yo tengo una pareja de amigos tal que así. ¿Seguro que no está basado en hechos reales?
ResponderEliminarFeliz 2013 y nos leemos, sin duda
Besotes
El compromiso no lo dicta un papel ni la sociedad, si no uno mismo y este es tan válido como otro cualquiera. Me gustó ranita y me gusta tu organización :)
ResponderEliminarBesos desde el aire