miércoles, 5 de diciembre de 2012

El azar de las margaritas

Fernando Vicente, De Propio
El día que se prometieron, Marcos le regaló un tarro y un ramo de margaritas. Cada noche, María metía un pétalo por cada te quiero. Pasado un tiempo, metía también uno por cada enfado. El tarro se va llenando de alegrías y sinsabores. Lleva días pensándolo. Cuando se llene, le preparará una infusión. Depende del pétalo que colme el vaso, será con cianuro o no.  

9 comentarios:

  1. Depende todo del último pétalo?? No parece muy justo. ¿No sería mejor que tuviese en cuenta todos los pétalos guardados?

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  2. No sabía ese poder de las margaritas... pero sí conocía los sinsabores del amor ;)
    Un abracito sin cianuro

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  3. Me gusta esa comparativa, Mar. Esos sinsabores y disgustos que se convierten en cianuro...

    Besos como pétalos de "te quiero" para ti.

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  4. Mar, me alegro de la forto te sugiriese un relato. Estoy con Luisa, es como jugarse todo el curso en el examen de junio ;)

    En todo caso, me ha gustado mucho,

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    1. Luisa, Fer, la verdad es que esa era precisamente la idea que quería captar. Cuando se deshoja la margarita se juega todo al último pétalo, - me quiere o no me quiere - No es justo, es azar o, según algunos, destino
      Abrazos a repartir

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  5. Genial. Sin palabras. Ese tarro no sé si maldad o bondad, pero imaginación sí ha desbordado al leerte.
    Un abrazo.

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  6. Muy bueno. Al fin y al cabo el amor es un poco un juego de sumas y restas. Hay una leyenda urbana que dice algo así como que si el primer año metes una moneda en un bote cada vez que haces el amor y a partir del segundo sacas una cada vez que lo haces, el bote nunca se quedará dinero.
    Un placer volver por aquí

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  7. Muy bueno Mar, cianuro o manzanilla. Creo que Marcos no se dio cuenta de dónde se había metido regalándole margaritas... Pero en el azar del juego de la margarita jugamos al 50%, en este caso, ¿no sería más equitativo contar lo pétalos amados y los petalos de sinsabores?

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