Querido diario:
Recibo al día un centenar de e-mail,
incontables WhatsApp y algún sms de Julián, que todavía tiene un
móvil prehistórico. Paso horas colgada del teléfono y hablo con mi
hermana Ana por Skype en el portatil desde el que actualizo
semanalmente mi blog. Sigo el Twitter en mi smartphone y hoy he
subido a Facebook las fotos de la quedada en Madrid. Tengo todas las
tecnologías y estoy inscrita en todas las redes sociales pero, cada
mañana, sigo abriendo el buzón del portal esperando recibir, como
en los libros que leo en mi e-book, una auténtica carta de amor.
*Esta fue mi propuesta para el I concurso de Microrrelatos en 99 palabras donde consiguió 21 puntos. Gracias a todos los que le dieron su voto y a Miguel por la organización.
Jolín, si es que ahora que los vuelvo a leer, a mí me gustaban todos. Buen reflejo de la realidad, mucha tecnología y poca humanidad. Nos olvidamos de las cosas que importan. Un beso.
ResponderEliminarMar, es que Miguel consiguió sacar lo mejor de nosotros con esta convocatoria jeje
EliminarEste micro es como una lágrima que se nos escapa derramándose sobre aquello que hemos dejado escapar. Tiene un gran poder evocador y una crítica, sutil pero clara, a las actitudes que hemos incorporado a nuestras vidas.
ResponderEliminarUn abrazo,
Pedro, creo que hay cosas que no deberían perderse aunque las nuevas tecnologías marquen otras tendencias
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTu relato no paso la primera criba, lo siento. Pero es que no vi nada que me atrapara. No obstante te votaron, para grandeza del concurso y enseñanza de los escritores. Un beso si prometes seguir siendo escritora y no princesa.
ResponderEliminarXimens, gracias por tu sinceridad. En el concurso había relatos muy buenos :-)
EliminarUn micro lleno de encanto que me trae aromas de mi adolescencia, esperando esas cartas de amor...
ResponderEliminarUn abrazo Puck
Paloma, ainssss esas cartas... qué recuerdos reales o esperados pero ahora ya, qué mas da!!!!
EliminarCuando lo leí me pareció lleno de nostalgia. Las cartas siguen teniendo algo mágico, de entrega, de desnudez.
ResponderEliminarCybr, el día que reciba una que no sea del banco te lo cuento, jeje. Sí, pienso igual
EliminarMe gustó, es cierto, me gustó la nostalgia de la carta nunca recibida, siempre a la espera, pero... había tanto donde elegir.
ResponderEliminarMuchos besos
Elena, 150 nada más y nada menos, y muchos muuuuuy buenos. Gracias por pasarte por los jardines
EliminarPuck, me pareció un relato original y con mucho humor. Porta tu estilo y me alegro de que haya recibido tantos votos.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Abrazos.
Nicolás, gracias por ver ese punto de humor.
EliminarEste estuvo entre mis 25 escogidos. Me gustó mucho ese final que te reconcilia con lo humano, con lo conocido, con el romanticismo de las palabras artesanas. Me gustó, pero... era difícil votar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguelángel, gracias en todo caso :-)
EliminarNo hay nada comparable a una carta escrita de puño y letra por la persona amada.
ResponderEliminarEnhorabuena por los votos recibidos, Puck.
Un beso.
MJ, gracias. ¿Con qué soñarán las nuevas generaciones?¿sentirán lo mismo mirando el móvil?
EliminarLa soledad de la era de las comunicaciones. Mar, ya estoy quemando las cartas de los bancos para hacerte llegar mis señales de humo. Mira el cielo, para que veas que somos muchos.
ResponderEliminarBesotes del siglo XX
Manuel, este comentario es de las cosas más bonitas que he leído en mucho tiempo. Gracias por ponerme esta sonrisa mientras miro por la ventana :-)
EliminarPor fin descubro quién escribió este cuento al que di 4 votos. Mucha comunicación, mucho aparato, pero poco o nada de ese deseo tan humano e insatisfecho que sacas a la luz con las últimas cinco palabras.
ResponderEliminarUn beso
Bea
Beatriz, gracias por esos 4 votos. Me alegro de que te gustara :-)
EliminarLo tuve, lo tuve, pero al final lo descarté.
ResponderEliminarBesicos, Puck, pienso en ti.
Tor, con que te gustase un poquito me conformo jeje. Un abrazo fuerte a repartir :-)
EliminarAyyyy ¡querido diario! ¡estaba aquí!, escondido en tus jardines... ji,ji.
ResponderEliminarTambién estuvo en mi preselección, sobre todo porque me encartan las cartas y si son de "amor" pues mejor que mejor.
Así que me quedé con tu final, que nos devuelve al mundo físico y tangible desde una maraña de cables que nos tienen, dicen, conectados al mundo.
Me alegro de volver por aquí, porque entre tanto cable, había algunos que se ¡me habían enganchado!, ya he puesto el router en disposición ...y regreso a tu jardían.
Besos, muchos.
Laura, me alegro de encontrarte de nuevo por los jardines y gracias por tus palabras
ResponderEliminarsaludillos