Dibujo de Juanlu |
Cuando despertó, el elefante todavía estaba allí. De noche guarda sus sueños cubriendo su cara con sus grandes y suaves orejotas. De día, le divierte dejando que le espachurre con sus manitas y le lance contra los barrotes de la cuna.
Cuando Nicolás cierra los ojos, su elefantito los abre para vigilar el entorno. Y cuando despierta, se queda muy quieto aparentando ser un peluche más. Sin embargo, si te fijas bien, no puede evitar mover rítmicamente la trompa cada vez que suena la música de Pocoyó.
Muy tierno ese peluche que no lo es (ingenuo mundo...).
ResponderEliminarMuy buena esa vuelta de tuerca al clásico de Monterroso. No sería raro que le gustará el homenaje. Al fin y al cabo, los elefantes siempre están allí. Su huella es demasiado profunda y grande como para que la olvidemos.
Un beso.
Qué tierno, ranita. Y el dibujo de Juanlu es una preciosidad.
ResponderEliminarGracias por recordarme sensaciones perdidas.
Delicioso!!!!!!
ResponderEliminarLindo peluche y encantador micro, Puck.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que plácida felicidad al saber que velan nuestras sueños. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo
Octavius Bot
Mantengamos el secreto para no romper la ilusión.... que sigan creyendo que somos muñecos.
ResponderEliminarPero ¿cómo evitar llevar el ritmo en el cuerpo...?
Un abrazo sabrosón
Lo más tierno que he leído nunca Puck. Maravilloso. Es para comérselo como un bizcocho.
ResponderEliminarAprovecho para darte la enhorabuena por tu micro de abogados, que ayer salió de finalista en una nueva tanda de publicación.
Un beso.
Puck, creo que hoy me he dejado la cabeza en casa, ya te había felicitado y publicaste incluso el micro. Menuda memoria. Otro beso.
ResponderEliminarAinss que bonito!!!
ResponderEliminaryo quiero unoooooo :)
un beso
Mar, bonito texto, para un bonito dibujo. Me ha gustado ese guiño a al dragón, y a Pocoyo.En el fondo todos somos un poco muñecos de trapo..
ResponderEliminarUn abrazo
Puck, me maravilla tu capacidad de adentrarnos en el mundo infantil. Me siento ese Nicolás pequeño del que hablas, aún sabiendo que yo no tengo la fuerza que él tiene.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la ternura que desprende este relato, y ese homenaje a Monterroso.
Un abrazo fuerte y otro a Nicolás.
Qué bonito. Me ha parecido precioso, dulce, tiernito...
ResponderEliminarQué lindo!
Ay, si los peluches hablaran!!! Este ha salido tierno tierno y muy lindo.
ResponderEliminarUn beso
Este elefantito, es un elefante feliz.
ResponderEliminarBesitos mediterráneos.
Hermoso!
ResponderEliminar..y es un alivio ver confirmadas algunas íntimas sospechas sobre el mundo peluche ;)
Besos
Amplías tu imaginario animal.
ResponderEliminarUna historia muy tierna. Y lo confieso, me gusta pocoyo.
Coincidimos, ambas hemos puesto texto a la misma imagen-muy bonita por cierto- de Juanlu y las dos hemos decidido asociar ese elefantito azul con la infancia. Aunque el tuyo es mucho más tierno que el mío; me ha gustado tu enfoque.
ResponderEliminarUn beso
Todos tus micros emergen de tu notable talento, pero creo que en este se percibe una enorme porción de tu corazón.
ResponderEliminarY cómo evitar viajar hacia la infancia y dibujar una sonrisa dulce y tierna.
Muy bueno, Puck!
Me has dejado inflado de ese aire infantil, tan cándido y juguetón, y ahora casi no sé ni salir de tu blog.
ResponderEliminarBlogsaludos
Un relato hermosamente tierno...
ResponderEliminarUn beso enorme y espero que tengas una Feliz Navidad, si es que crees en ella.
HD
CDG, la verdad es que no sabía si pegaba mucho lo de Monterroso con un cuento infantil, pero el elefante me lo pidio jeje
ResponderEliminarSusana, coincido el dibujo de Juanlu es precioso
Patricia, gracias por estar ahí
MJ, me alegro de que te guste
Octavius, por eso dormimos tan a gusto de pequeños abrazados a los peluches no? :-)
Bicefa, otro abrazote para tí!!!
ResponderEliminarMar, yo vi ayer lo de los abogados y actualicé el micro que había publicado ya pensando que no sería seleccionado. Me alegro de compartir ese espacio, felicidades a tí también
Marialuisa, graciasssss!!!!
Xavier, el dibujo de Juanlu es taaaan tierno que te deja el corazón de trapo :-)
Nicolás, nunca me imaginé escribiendo micros de este tipo, la culpa es de tu tocayo jeje. Un abrazote para tí también
Su, gracias!!!! es que el elefantito de Juanlu es achuchable :-)
ResponderEliminarAnita, ssssssshhhhhh, déjales que sigan callados jeje
Gala, me gusta esa afirmación, espero que sí jeje
No es lo que parece, como decía Bicefa, hay que dejarles que sigan pensando que no les vemos jeje
Cybr, yo he descubierto a Pocoyó con mi primillo jeje y lo del elefante es culpa de Juanlu jeje
ResponderEliminarPaloma, es que este elefantito es genial, se te cuela hasta el corazón nada más verlo
Bee, gracias, me gusta mucho esa sonrisa
Adivín, pues quédate por aquí todo lo que quieras :-)
Humberto, gracias y feliz RANIDAD que es lo que se lleva en los jardines jeje
Abrazos achuchados
¡Cuanta ternura, Puck!
ResponderEliminarMe admira cómo encuentras esta historia en el dibujo -fantástico, por cierto- del Gran Juanlu.
Mi felicitaciones admiradas.
Un abrazo,
Este micro tiene tacto de peluche, Puck, me encantó.
ResponderEliminarBesitos a los dos
Muy tierno este texto, Puck, voy a ver si compro un peluche elefante como este. Tan solo una cosa, ¿no te falta la palabra "vez" en la frase "cada que suena la música"? Abrazos.
ResponderEliminarPedro, es que el dibu de Juanlu es muuuuy tierno
ResponderEliminarElysa, como el dibujo, claro jeje
Manu, gracias, ya está corregido. Para el peluche habla con Juanlu :-)
Saludillos
El dibujo es para enmarcarlo.
ResponderEliminarSaludos.