Cada sábado a las cinco de la tarde me siento en uno de los bancos que rodea la fuente, nuestra fuente. El sonido del agua se cuela entre mis palabras mientras te cuento cómo ha ido la semana, los problemas de Susi para encontrar trabajo y las historias de Juan, el pequeño, que parece que por fin se nos ha enamorado. Mientras miro las flores, me apunto mentalmente que tengo que regar los geranios de la terraza. Y sigo hablando, en voz baja, casi un susurro que sólo tú puedes escuchar entre el chapoteo del agua. Te quiero como el primer día, como cuando nos sentábamos aquí con tu hermana en el banco de al lado. Como cuando traíamos a los niños a jugar en el parque. Como cuando empujaba tu silla hasta el borde y tocabas el agua con los dedos. Como cuando te convertiste en reflejo... Antes de irme sumerjo mi mano en la fuente, te acaricio y, llevándome los dedos a los labios, me despido con un beso.
*Participación en el Foro Brevedades a partir de una foto de Montse
*Participación en el Foro Brevedades a partir de una foto de Montse
Buenísimo, de principio a fin. Todo un paseo desde la rutina perezosa del presente hasta el recuerdo del pasado, con una prosa exquisita y un final que, personalmente, dudo que se pueda superar.
ResponderEliminarCuánta gente se convierte en reflejo...
Un beso.
Te ha salido una historia muy tierna. Gracias.
ResponderEliminarDelicado, tierno, nostálgico. Me ha encantado Puck. Precioso. Mar Horno.
ResponderEliminarPuck, bonito relato, y fantástico final. El recuerdo, muchas veces es como un reflejo, como una mano etérea, que nos mima.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bonito Puck, te ha quedado una historia de amor muy triste. Los detalles están estupendamente escogidos, los geranios, el sonido, los problemas de los niños. Estupendo, sí señora. Besos
ResponderEliminarMuy tierno, Puck, y triste, claro. Buen trabajo.
ResponderEliminarTe ha quedado una historia preciosa, Puck. Triste, pero con las palabras precisas para situame en lo que cuenta.
ResponderEliminarBesitos
Bellísimo. Decir más sería estropearlo.
ResponderEliminarUna belleza de relato.
ResponderEliminarAbrazos con temblor de agua.
Qué lindo, Puck, una pregunta ¿tiró sus cenizas en el estanque? me da que si... jo!
ResponderEliminarun abrazo
Muy bonita historia Puck. Llena de ternura y nostalgia.
ResponderEliminarHay que ver lo que da una foto, cuantos relatos puede descubrir.
Un saludo.
Precioso, muy dulce.
ResponderEliminarBesos!
Puck, una gran historia de amor ausente. Muy bien contada, reflejando ese vacío que dan los recuerdos. No sé, me imaginado, quizás me equivoque, pero ¿eran amantes? Es decir, ¿no eran pareja? Me ha gustado mucho tu ejercicio. Veré si me sale algo a mí. La foto es fabulosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y sigue su amor en el recuerdo...Un amor eterno. Precioso Puck, a pesar de su tridteza.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Delicado, preciso... uf, me ha gustado MUCHO. Coincido con Rocío en lo bien elegidos que están los detalles, que van del presente al pasado y otra vez al presente con suave naturalidad, y la delicadeza de los gestos, como la imagen de besar el agua... y en todo momento uno sabe dónde está.
ResponderEliminarDe quitarse el sombrero, de verdad. Impresionante.
Abrazos admirados.
Me ha descolocado mucho lo de la silla, porque he pensado que se trataba de un cochecito de bebé y no conseguía encajarlo, hasta que me he dado cuenta del error y entonces cada pieza ha ocupado su sitio. Un relato conmovedor, bravo!
ResponderEliminarAy, que pena me ha dado...
ResponderEliminarBesos.
CDG, mil gracias.
ResponderEliminarmontse, gracias a tí por la imagen
Mar, preciosos adjetivos, me alegro de que te guste
Xavier, los recuerdos se quedan siempre en algún lugar, un objeto, un reflejo...
Rocío, muchas gracias, me sonrojas
Pablo, gracias
ResponderEliminarElysa, mira que yo no la ví tan triste al principio, pero quizás lo sea...
Cybr, gracias por habértelo llevado a fb
Lola, saludillos desde la fuente, no sé bien a qué lado :-)
Anita, mira, no lo sé, tendré que preguntárselo. No lo había pensado pero es una idea...
ResponderEliminarEnmascarado, eso demuestra que cada uno vemos cosas diferentes lo cual es muy enriquecedor
Juanlu, me encanta que lo encuentres dulce porque pretendía más eso que la tristeza
Nicolás, si en las imágenes cada uno encontramos cosas diferentes, qué decir de los micros... si tu ves amantes... pues amantes :-)
Rosa, exacto, amor eterno, que conste que lo pensé como título
ResponderEliminarSusana, mil gracias. Además tanto Rocío como tú domináis ese mundo de los detalles y me halagan mucho vuestras palabras
Odys, pensé detallar lo de "silla de ruedas" pero creí que como evolución de la vida se entendería. Me alegra que así haya sido. Gracias
Toro, vivieron toda una vida junta y siguen juntos en la fuente, amor eterno... ya quisieran muchos..
Saludillos con agua
Desde el principio es obvio que está sola. Desde el principio se sabe todo. No ocultas nada. Ni falta que hace. Una delicia, Puck, este relato. Bello.
ResponderEliminar"...te convertiste en reflejo".
Pd: y... claro, Anita intentando destriparlo a conciencia, como siempre.
Besos payasos.
Kum, me alegra que al maestro de los reflejos, de las fuentes con vida, le guste este micro. Y déjale a Anita que destripe jeje.
ResponderEliminarSaludillos relfejados