Con Sancho Panza nunca se sabe. Un día te lleva en burro por la Mancha junto a un hidalgo caballero y al siguiente estás cruzando el Missisippi con un tal Tom Sayer. Reconozco que me sorprendió el día que me presentó a esas mujercitas y, por su culpa, estuve varios días mirándome en el espejo de Dorian Gray. Medié entre guerra y paz y sufrí una metamorfosis tan brutal que desee pasar cien años de soledad. Desde que han contratado a ese bibliotecario regordete y simpaticón al que todos llaman Sancho Panza, mi cultura literaria ha mejorado mucho y solo espero terminar un libro para volver y preguntarle.
-Buenas amigo Sancho, ¿qué aventuras me recomiendas hoy?
Escrito para Concurso ImaginArte
-Buenas amigo Sancho, ¿qué aventuras me recomiendas hoy?
Escrito para Concurso ImaginArte
Buena metaficción. Y buen fichaje el del Sancho el bonachón, toda una garantía de éxito.
ResponderEliminarAbrazos.
Lo tengo pendiente ese micro. No es justo escribir esto y someterme a esta presión extra, no es justo, aunque me guste tu micro.
ResponderEliminarUn beso, pero éste es pequeño, porque todavía tenemos que partirnos la pana y me lo acabas de poner dificil
Te quedó muy bien Puck ¿a qué biblioteca dices que vas? :-)
ResponderEliminarAbrazos
Nunca me hubiera imaginado a Sancho como asesor y consejero de aventuras, más bien como sufridor de la mismas.
ResponderEliminarEl resultado me parece muy bueno.
Un abrazo.
Sancho Panza en la bibliteca. ¿Está leyendo libros de refranes?
ResponderEliminarBesos, Puck
Aupa Puck!!
ResponderEliminarSiempre viene bien conocer a uno de estos eh? Alguien que nos haga interesarnos más si cabe por la lectura...
En mi biblioteca no hay ningún ser simpático, menos mal que tengo ganas de leer, porque si fuera por ellos de lo que tendría ganas es de otra cosa... jajaja
Abrazos!!
Me gustó mucho, creas una gran imagen.
ResponderEliminarTener un Sancho, o todos los posibles, es algo que vale, sin duda, la pena. Me encantaría, Srta. Puck, poder conocer al suyo, o en todo caso sus recomendaciones. Demasiados libros hay por leer y una única vida para disfrutarlos.
ResponderEliminarUn abrazo
Octavius Bot
Que bueno!!
ResponderEliminarme gustaría conocer a ese bibliotecario :D
un beso
Un bibliotecario así puede hacer mucho por la lectura y la escritura. Me quedo con ganas de saber el aspecto de la biblioteca en la que ejerce de asesor. Muy original.
ResponderEliminarEsto del inconsciente colectivo es la leche. ¿No tienes a veces la sensación de que hay temporadas en las que un mismo tema impregna los microrrelatos de diferentes autores? Bueno, pues eso me ocurre con el tema de los personajes literarios. Tu particular contribución me parece buenísima. Original repaso por algunas de las más emblemáticas obras de la literatura universal. Un abrazo.
ResponderEliminarQuién mejor que Puck para prepararnos esos cócteles??...
ResponderEliminarDelicioso.
Besos en la biblioteca.
Aventuras las que nos creas tú, mujer!
ResponderEliminarComo dice Kum*, eres única para estos cócteles. Nos invitarás a alguno?
Besos
Adhiero a Su y Kum* te salen de perillas Puck!!! Sancho bibliotecario! es buenísimo!!!!
ResponderEliminarPreciosísimo. Ah, qué admiración, yo todavía lucho a brazo partido con este comienzo.
ResponderEliminarSí, tu Sancho bibliotecario es ya un personaje de antología.
Enhorabuena Puck!!!!
Un beso
Con Puck nunca se sabe, un día escribe una letra para Sabina, otro día detiene el tiempo, como te da el parte metereológico, ...cualquier día en fin salta al libro que quiera, seguro y además sin red.
ResponderEliminarUn beso
Creo que he leído el mismo libro que tú. Acababan los hobbits viajando con los elfos a nunca jamás.
ResponderEliminarBlogsaludos
Agus, hay personajes y personas que simplemente caen bien a todo el mundo y Sancho es una de ellas
ResponderEliminarLuisa, me encanta vernos las caras en imaginarte :-)
Rocío, jeje no te lo cuento no sea que ahora se llene de gente y el pobre Sancho se agobie jajaj
Bicefalepena todo el mundo puede hacer lo que quiera, hasta ser bibliotecario :-)
Torcuato, jajaja creo que se los sabe de memoria
Sucede, la verdad es que me apetecía rendir un pequeño homenaje a la figura del bibliotecario o de ese librero de los de antes (que todavía queda alguno) que no solo ven o venden libros sino que los leen, los recomiendan...
Cybrghost, gracias
ResponderEliminarOctavius, estoy de acuerdo. En mi ciudad hay una librería cuyos dueños van por la segunda generación y como asesores literarios son únicos. Se conocen los gustos de sus habituales, recomiendan...
Marialuisa, a veces todos somos un poco este bibliotecario porque yo he descubierto algún libro de lo más interesante saltando de blog en blog
Montse, hola, creo que es la primera vez que te veo por los jardines, bienvenida :-) Y mira... no se me había ocurrido que la biblioteca tuviera nada especial...
Pedro, en este caso del concurso imaginarte con esa frase de inicio reconozco que lo más fácil era hacer bailar a los personajes literarios :-) Pero siempre me han gustado estos refritos, me alegro de que te gusten
Kum, jeje, lo dicho, son un poco marca de la casa :-)
Su, no es mala idea, algún días os pongo a todos en uno...voy pensando en ello...
ResponderEliminarSandra, Sancho se me presentó y me dijo que estaba harto se surcar la mancha y quería un trabajo más tranquilo pero lleno de aventuras jeje
Patricia, nos veremos las caras en el concurso, en las últimas ediciones me has cautivado y seguro que vuelves a hacerlo
Ángeles, gracias guapa!!! cualquier día...
Saludillos silenciosos, no olvidéis que estamos en una biblioteca :-)
Excelente Puck! la biblioteca de Sancho? como la de Borges, no?
ResponderEliminarBesos,
Tiene muchas posiblidades este excelente microrrelato con bibliotecario bonachón. Suerte.
ResponderEliminarPar de besos.
Brillante!!! Qué buena forma de recorrer la literatura...
ResponderEliminarUn beso.
Claudia, sí, jeje, hay muchas bibliotecas por ahí
ResponderEliminarLola, gracias, yo de momento me conformo con este comienzo que me ha dado la idea para rendir mi pequeño homenaje a los buenos bibliotecarios
María, gracias por tus palabras
Saludillos literarios