Cada domingo quedaban en el mismo lugar. Cada vez una pareja distinta. Muchos no se conocían de antes. Desde el día en el que aquella bruja comentó a tocar el vals del tiempo, cienmanos no pudieron estarse paradas. Palabras y dibujos comenzaron a entrelazarse en una historia que me arrastró, me enganchó y me dio el lujo de matar el tiempo junto a Sergio Montal. Seguro que muchos habéis seguido los compases de este vals que ahora tiene nuevo formato ideal para volver a bailarlo sin pausa, movimiento tras movimiento pasando de manos en manos.
Gracias a todos los que han hecho posible este proyecto. Ha sido un placer estar tan bien acompañada. Y mil perdones porque soy de tecnología 0.0 y no he conseguido enlazar directamente el libro digital, pero a través de los enlaces del blog de Cienmanos podéis acceder a él.
Gracias a todos los que han hecho posible este proyecto. Ha sido un placer estar tan bien acompañada. Y mil perdones porque soy de tecnología 0.0 y no he conseguido enlazar directamente el libro digital, pero a través de los enlaces del blog de Cienmanos podéis acceder a él.
Mi enhorabuena a todos los participantes en Cienmanos.
ResponderEliminarAbrazos,
Puck, para mí fue un lujo participar en este proyecto tan profesional. Yo me uno a tus agradecimientos a todos aquellos que hicieron posible el libro, sin ellos no hubiese sido posible.
ResponderEliminarQueda perfecto.
Abrazos.
Gracias, ranita, por matar el tiempo de esa manera tan espectacular. Fue un placer bailar el vals con todos vosotros, cada domingo una pareja distinta en la pista de baile. Besos de bruja a mi rana favorita.
ResponderEliminarAhora podré leerlo bien, desde el comienzo, como una buena novela: cien manos, muchos más lectores.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.