domingo, 28 de octubre de 2012

Cuestión de tamaño

Dicen que el tamaño no importa y que, para ver lo importante, hay que mirar en el interior. Si piensas que solo se aplica a las personas, estás equivocado. Hay un lugar donde los gigantes viven, sienten, aman y lloran lágrimas para cactus en el pequeño espacio de los microrrelatos. Pedro recopila allí gigantologías y otros caprichos en los que derrocha sensibilidad hablando de tú a tú a esos gigantes que te, desde su altura, te miran a los ojos y te tocan el corazón.


Le llamaban gigante
MTO


Y lo que pasa es que creció unos centímetros por encima de los compañeros de clase. Es verdad que la casa de la infancia le quedó pequeña y el piso en Lavapiés apenas le sirvió de cobijo. Su mirada nos hiere no por altivez sino porque cae desde demasiado alto. Por la calle camina encogido, con la cabeza gacha tal vez porque intenta desaparecer un poco. Quiere encajar en el mundo como antes y no lo suelta, aunque se le desmorone entre las manos.

Peces

Hay que tener contentos a los gigantes, dice el niño agarrando la mano de su padre, para que no se mueran de pena.

15 comentarios:

  1. Yo también soy asiduo de este gigante del microrrelato, Mar. Me entusiasma todo lo que hace con ellos.

    Abrazos.

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  2. Me gusta la prosa de mi tocayo, al que sigo con toda la asiduidad que puedo.

    Me alegra verlo en tus jardines.

    Un abrazo,

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  3. Me gustan mucho las dos imágenes. El primero es impactanta, el segundo de una ternura que se establece por una cuestión de tacto.

    Besotes, Mar

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  4. Me alegro que hoy, hayas traído a uno de mis "no-habituales!, no porque no quiera, sino porque se me perdió en la espesura de los bosques de redes enamarañadas. Me he dado cuenta de que además me hice seguidora, no hace mucho tiempo, y me pregunto ahora dónde narices me coloqué el enlace.

    Buenísima entrada Puck,
    un placer estar aquí. Besos.

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  5. Hay gigantes con corazón de niño.
    Yo conozco uno.

    Besos.

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  6. Los gigantes no pueden pasar desapercibidos aunque quieran esconderse. Los gigantes también lloran y no lágrimas para cactus, sino charcos, lagunas enormes. Me has descubierto estas historias diminutas de gigantes que espero leer a partir de ahora. Un abrazo a los dos.

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  7. Pedro me parece una de las voces más singulares, con un estilo impecable y un mundo propio. Talento y trabajo se aúnan en un autor de referencia, que ansío pronto ver en papel. Gracias por traerlo.

    Abrazos.

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  8. Estoy de acuerdo con mis compañeros de comentarios, la gigantología de Pedro es una de mis "series" favoritas. Yo también era ya seguidora.
    Un besazo, Puck (y otro para Pedro)

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  9. Este cactus que no pincha fué probablemente el primer blog de microrrelatos que seguí, un gigante, sin duda.

    Un besazo para ambos!

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    1. Equivoqueme de cactus, con el niño-cactus, así que no es de los primeros que leí, quizás más bien de los últimos, pero no por ello menos gigante.

      Abrazos despistados!

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  10. Puck, no conocía este blog ni su autor pero me ha parecido muy original su propuesta, con los ejemplos que has publicado.

    Gracias por presentarlo.

    Abrazos.

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  11. COmo siempre, apuntado queda, Puck.
    Gracias.

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  12. Estoy de acuerdo contigo, ranita, los gigantes de Pedros son de una ternura que arranca lágrimas.

    Abrazos agradecidos.

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