Cuidado!!!! La palabrería e
n mal estado puede tener efectos secundarios. Al principio no notas los síntomas. Uno se topa con ella sin querer y de repente ha pasado el
tiempo muerto y sigues allí. Se convierte en tu
menú del día preferido y no puedes evitar repetir y repetir. Sabes que esto es
cosa de dos. Tú como lector adicto y él, Pablo Garcinuño, el único que tiene la
receta para una risa.
Tiempo muerto
Decidí recuperar el tiempo que había perdido a lo largo de mi vida esperando. Esos ratos que se van muriendo en lo que llega el autobús, en lo que empieza una reunión o en lo que viene una rubia. Los cogí todos y opté por reutilizarlos regalándome un viaje al Caribe.
Maldita huelga de controladores aéreos.
Menú del día
De primero, tiendes a darme sopas con hondas.
Luego intentas, de segundo, que me trague gato por liebre.
Pero en los postres descubro el pastel: Te he pillado con el carrito del helado.
Al pan, pan y al vino, vino (incluidos
Cosa de dos
Harto de ser un segundón, el 2 adelantó al 1 en un momento de descuido. Aquel triunfo le llenó de euforia al principio pero luego descubrió la presión que conlleva ser el líder de todos los números. Las preocupaciones le hicieron adelgazar y la nariz parecía más grande en su rostro enjuto. El estrés le mantenía tenso como un palo. Miró atrás y le pareció apreciar que el 1, quizás debido a su vida relajada, redondeaba sus formas.
Receta para una risa
Ingredientes:
-Un capítulo de Perdidos
-Una mano (a poder ser, fresca)
-200 gramos de comentarios banales
-Tú (en pieza completa)
Preparación:
En la tele, se reoga un capítulo de Perdidos hasta que tu cabeza se poche en mi hombro. Se pone a cocer una mano en tu cadera, a fuego lento. Mover continuamente para que no se pegue.
Mientras la mano sube hasta la cintura, se cocinan al baño maría los comentarios banales, cortados en loncha fina. Se aliña el guiso con un beso en la frente.
Para acabar, se da un último golpe de calor tambolireando tu lomo con los cinco dedos. Retirar del fuego las cosquillas cuando el plato suelte las primeras risas.
Se sirve muy caliente y preferiblemente como cena.