domingo, 30 de enero de 2011

Efectos secundarios

En Terradillos de Abajo nunca pasa nada. Sisebuto y Jacinto se sientan cada tarde a la puerta de la taberna. Recuerdan a aquella rubia extranjera que preguntó por dónde se iba a Segovia, a la familia madrileña que olvidó al abuelo en el servicio o cuando se pusieron de moda las pastas que vendía la Engracia. Desde que construyeron la autovía por Terradillos de Abajo nunca pasa nadie. Aunque cerró hace años, Sisebuto y Jacinto siguen sentados cada tarde a la puerta de la taberna. Por la vieja carretera sólo circulan los recuerdos.

miércoles, 26 de enero de 2011

Érase otra vez...

El conejo blanco mira insistente su reloj. A su lado bosteza la Bella Durmiente y Caperucita Roja comparte con los siete enanitos el contenido de su cesta. Varias madrastras intercambian experiencias mientras Hansel y Gretel discuten por la última chocolatina. El lobo no le quita ojo a Cenicienta que intenta recoger con una escoba las hojas caídas de los árboles. A su sombra, ante la atenta mirada de un príncipe altivo vestido de azul, varias princesas evitan que el sol estropee sus blanquecinos rostros.
Todos están fuera de lugar, en un bosque que ninguno reconoce. Blanco. Inmensamente blanco. Tras siglos encerrados, cada uno en su cuento repitiendo una y otra vez la misma historia, ahora cada cual puede decidir su propio destino. Los más tradicionales vuelven a comer una y otra vez las mismas perdices. Algunos prestan sus servicios a autores varios. Los más osados hemos conseguido cruzar el bosque.

miércoles, 19 de enero de 2011

Instrucciones para apagar la televisión

PREÁMBULO:
No piense que con un solo dedo no pueden hacerse grandes cosas. El ligero movimiento que supone apretar o no un botón puede determinar su futuro, el de quienes le rodean e incluso de aquellos a quienes no conoce y que son los encargados de tentarle desde el otro lado de la pantalla de su televisor.


INSTRUCCIONES
 La televisión es un aparato de emisión de imágenes y sonido a distancia que puede generar adicción y cuya visión sin control puede tener efectos negativos.
Para poder llevar a cabo la acción de apagado, primero debe comprobar que se encuentra encendida. No importa el tiempo que lleve en este estado.
Una vez convencido de la necesidad y/o el deseo de apagar el televisor, puede utilizar varios métodos que en todo caso implican situarse frente a la pantalla. Se trata de un momento crucial en el que no debe dejarse llevar por la posible atracción por las imágenes que ofrece o incluso, se han dado casos, por el pensamiento de que en algún momento pueda aparecer algo interesante.
En el frontal del televisor o en un lateral encontrará un botón, de forma variable según el modelo, cuya presión permite completar directamente el proceso de apagado.
También se puede recurrir al mando a distancia, aparato de pequeño tamaño lleno de botones desde el que se puede controlar el funcionamiento del televisor. Se recomienda leer íntegramente sus propias instrucciones antes de utilizarlo porque sólo uno de esos botones sirve para el apagado de la TV mientras el resto pueden sumergir al usuario en un estado de zapping y pérdida de tiempo asociado.
La efectividad de estas instrucciones será comprobable de forma inmediata por la desaparición de todo color y sonido de la pantalla del televisor que quedará en una tonalidad oscura que, habitualmente, hace juego con el mueble en el que se ubica.
A partir de este momento usted es libre para seguir o incluso escribir otras instrucciones que considere intersantes como, por ejemplo, instrucciones para leer un libro.

domingo, 16 de enero de 2011

Cuestión de perspectiva

- Papa, ¿el abuelo se ha ido al cielo?
- No hijo, más allá. El abuelo ha vuelto a la Tierra
 Mientras contesta,  le muestra en el telescopio un lejano punto azul.

miércoles, 12 de enero de 2011

Las seis de la mañana

El sonido del despertador comienza a un volumen prácticamente inaudible, pero asciende a gran velocidad. Son las seis de la mañana. Hora de levantarse. Ducha, café rápido y salir corriendo. Hace frío. Me subo los cuellos del abrigo. Diría que está como nevando. Ya podía ser. Me gusta la nieve. Mientras camino hacia el autobús me pongo los auriculares y enciendo la radio. Miro el reloj. Faltan dos minutos. No hay nadie en la calle. Está desierta. Un pitido me sobresalta. Sale de mi bolsillo. Un sms. Es tuyo. Sonrío. El autobús para donde siempre, a la hora de siempre y con la gente de siempre que se sienta en los lugares de siempre. Hago el camino todos los días medio dormida y sin fijarme en los detalles. No sé si alguien se habrá dado cuenta. Creo que es el primer día que voy con una sonrisa desde las seis de la mañana.

domingo, 9 de enero de 2011

Los cuatro postes*


(I) EL TESORO
Cuando llegaste odiabas este lugar. Yo te enseñé una nueva perspectiva de la ciudad desde los cuatro postes y te conté la leyenda de un tesoro oculto bajo las piedras del camino. Mirando al infinito amurallado nos besamos y pensamos que los besos junto a la cruz eran para siempre.
Primero marchaste tú. Te perdí la pista tras la tercera mudanza. Ahora soy yo el que se va. Pero antes de irme he vuelto allí y bajo esas piedras he dejado una fotografía nuestra con mi nueva dirección para que si un día vuelves puedas encontrarme.

(II) PIEDRAS
- A Dios pongo por testigo que haré realidad mi sueño!!!!
La primera vez fue una broma. A voz en grito, mirando al cielo, con unas cervezas de más en el cuerpo. Pero surtió efecto. Así que periódicamente vuelve a aquella cruz. A lo Escarlata O´Hara repite sus palabra y por cada sueño cumplido deja una piedra al otro lado del camino. Hoy se ha dado cuenta de que no están sólo las suyas...

*Imagen de Los cuatro postes de Avila de Gustavo Serrano. Los textos son mi propuesta para la idea de Pablo Garcinuño de hacer una exposición de fotografía y microrrelatos en el bar Hedoné de Ávila.

miércoles, 5 de enero de 2011

Tres deseos

Un año más los Reyes Magos cumplieron dos de sus deseos. Alguien que la quiera. Alguien a quien querer. Lástima que siempre olviden el tercero. Que sean la misma persona.