Siempre soñaba lo mismo. Su risa, esa mirada provocativa, el
movimiento de sus caderas... Tras pasar una noche en negro, me
desperté sobresaltado. Abrí los ojos y la encontré a mi lado. Los
volví a cerrar y, entonces, apareciste tú, tu risa, esa mirada...
Ay, Sombrita, qué poco hemos durado esta vez. Vencidas pero con la cabeza alta, a esperar a la próxima.
ResponderEliminarUn abrazo.
Elisa, ainsss... otra vez será :-)
EliminarLa canción va perfecta al micro. Me gusta esta forma de expresar el deseo de lo que no se tiene y como pierde la magia al conseguirlo.
ResponderEliminarCybr, me alegro de que sea fácil seguir ese hilo conductor, no quería que el lector se perdiera entre tantas mujeres
EliminarPuck, ha sido una gran pérdida la que ha sufrido el concurso, y sobre todo tan precipitado. Este relato muestra a las claras la calidad de tus letras.
ResponderEliminarEncierra una historia dentro de otra historia y otra y otra...
A continuar escribiendo así de bien.
Abrazos.
Nicolás, tranquilo, nos seguimos leyendo. Mis musas no están muy inspiradas
EliminarCanción y texto, matrimonio perfecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
CDG, muchas gracias
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