No hay dos sin tres.
Necesitaría un millón de entradas para agradecer todo lo que significa ENTC para mi. Conseguir la ansiada mermelada (que todavía no he probado) y estar en la publicación anual es el sueño de todo participante en el concurso pero, además, por el camino te llevas muchas más cosas.
Se escribe mucho, pero no solo relatos sino, también, comentarios que dan vida a los textos, ofrecen consejos e incluso interpretaciones que ni habías imaginado.
Son muchos los entecianos que comentan (entre los que me incluyo poco, lo siento, que el tiempo es limitado) y quiero agradecerles a todos y cada uno de ellos a través de dos personas y dos microrrelatos.
Susana Revuelta es de las personas que siempre ha estado ahí. Discreta y atenta al detalle. Seleccionar los micros propios para Un tiempo breve se me antojaba difícil, hasta que me acordé de ella y de un correo agradecido. Le gustaba un micro mío que no había sido seleccionado e incluso me envió un enlace para otro concurso donde podría encajar y al que seguro que ella también pensaba presentarse. Quien tenga esa idea de los escritores ególatras que se miran el ombligo que no los busque en ENTC.
Susana Revuelta - Tres son multitud
No siempre es fácil asumir todos los comentarios y "criticas" que uno puede encontrarse al pie de su microrrelato. Los hay demasiado directos, alguno poco constructivo... y no escondamos que se ha producido alguna batalla. Pero, en general, más allá de las loas, aprendes de cada línea y del tiempo que te dedican los compañeros con Ángel Sáiz Mora. Siempre tiene la palabra justa, el tono apropiado, la aportación precisa con una sensibilidad que desgrana no solo en sus microrrelatos sino también en sus comentarios.
Angel Sáiz Mora - Versos de plomo
Gracias a todos los entecianos por vuestro tiempo. Por participar, escribir, pero también leer y comentar. Y perdón por no estar siempre a la altura.
Con esta entrada termino mi particular homenaje a Un tiempo breve. Nos leemos en ENTC y, quien sabe, quizás volvamos a escucharnos por estos lares.
Como no pude estar en Madrid, me quedo con la foto de San Vicente de la Barquera que espero podamos repetir pronto.